Hay que mirarle la\ncara al arquitecto franc\u00e9s que va a mi lado. Luego de revivir el infierno en\nHiroshima y de aturdirse en el bosque de letreros comerciales de Tokio, el\ndescubrir Kyoto se est\u00e1 convirtiendo en \u201cun verlo y no creerlo\u201d.<\/p>\n\n\n\n
\u00a1Voil\u00e0!, exclama\ncuando a lo lejos aparece un nuevo templo milenario en madera, una pagoda de\ncuentos, un bosque con colores de jard\u00edn. Se le est\u00e1 abriendo el tel\u00f3n sobre un\nescenario majestuoso, mejor de lo esperado. Tambalea toda su imagen de Francia\ncomo uno de los centros del \u201cviejo\u201d mundo. No es que hubi\u00e9semos pasado de un\npa\u00eds a otro. El franc\u00e9s me dice -y me lo repite- que se siente en otro planeta\ny en otro tiempo. Partimos del siglo XXI en el sorprendente aeropuerto de\nOsaka, y de un minuto a otro retrocedemos milenios en Kyoto. <\/p>\n\n\n\n
Esta ciudad que\nfue capital imperial de Jap\u00f3n por m\u00e1s de 1.000 a\u00f1os \u2013del 794 al 1868-, no s\u00f3lo\ntiene vejez propia. Tiene la vejez prestada por China, por Corea, por la India.\nTambi\u00e9n por Persia, la actual Ir\u00e1n, y las islas indonesias de Sumatra y\nC\u00e9lebes. En distintas etapas de su historia, Kyoto fue pidiendo prestado el\narte antiguo y la arquitectura de sus vecinos. Tambi\u00e9n algunas creencias. Casi\nnada es rigurosamente japon\u00e9s. Pero en siglos de encierro y aislacionismo su\ngente pudo dedicarse a digerir lo que le lleg\u00f3 de otras culturas, injert\u00e1ndole\nen sus propias creaciones. <\/p>\n\n\n\n
Hoy forma parte de\n\u201clas maravillas construidas por el\nhombre.<\/em>\u201d Hay r\u00e1nkings entre viajeros que ponen los templos de Kyoto por\nsobre las pir\u00e1mides egipcias, el Taj Mahal, la Muralla China, el Coliseo de\nRoma, Machu Picchu y Tikal. S\u00f3lo aparecen superados por Santa Sofia, de\nEstambul, y Angkor, m\u00edtica capital de Camboya, con sus templos budistas casi\ntragados por la selva. <\/strong><\/p>\n\n\n\n Mirar y no entender<\/p>\n\n\n\n Recorrer Kyoto es\nuno de los mayores placeres que el hombre puede permitirse hoy, cuando el mundo\nse hace homog\u00e9neo y chato. A veces podemos equivocarnos en el trato con su\ngente. Existen diferencias no sospechadas siquiera. Por eso, muchas veces ellos\nse asombran con algo que hacemos. Su contrariedad apenas dura un instante: \u201cLo\nque tarda la sangre en llegar a la herida.\u201d<\/p>\n\n\n\n Hay una eternidad acumulada en sus costumbres,\nen sus templos, palacios y jardines de piedra y musgo, repartidos en esta\nciudad rodeada de monta\u00f1as, que acoge a un mill\u00f3n y medio de personas. UNESCO\nincluye catorce de sus antiguos templos\ny monasterios en la lista de Lugares de\nPatrimonio Universal, y 1.700 son tesoros nacionales y propiedades culturales\nregistradas por el gobierno. <\/strong>Podemos maravillarnos -y de verdad nos\nmaravillamos a cada paso-, pero ser\u00eda presuntuoso pensar que hemos logrado\npasar mucho m\u00e1s all\u00e1 de la superficie de las cosas. Sentimos una emoci\u00f3n\nprofunda. Pero \u00bfentendemos algo? Poco. Basta observar la cara del franc\u00e9s:\nperplejidad pura.<\/p>\n\n\n\n Aqu\u00ed debemos\nconformarnos con guardar estos placeres en un rinc\u00f3n de la memoria, y m\u00e1s tarde\ntratar de entender lo que hemos visto y por qu\u00e9 producen fascinaci\u00f3n. Nos\npueden ayudar quienes han estudiado las claves de Oriente, aunque de verdad\nrara vez se ponen de acuerdo. <\/p>\n\n\n\n El espa\u00f1ol\nFernando S\u00e1nchez-Drag\u00f3, escritor y cr\u00edtico, que ha vivido siete a\u00f1os aqu\u00ed, que\nse define como “tao\u00edsta y casi budista\u201d,\nnos alerta contra la caricatura del japon\u00e9s fr\u00edo y\ntrabaj\u00f3lico:<\/p>\n\n\n\n \u201cEn ninguna parte\ndel mundo existe hoy d\u00eda tanta calidad (y cantidad) de vida y tanta belleza\nagazapada como en el archipi\u00e9lago nip\u00f3n.\u201d<\/p>\n\n\n\n Asom\u00e1ndose al absurdo <\/p>\n\n\n\n Kyoto no s\u00f3lo\nsorprende por sus tesoros. Tambi\u00e9n por sus absurdos. Existe una infinidad de\ntemplos antiguos repartidos por la ciudad, la mayor parte sinto\u00edstas.\nClaramente, los esp\u00edritus han salvado sus viviendas. Pero el hombre no defendi\u00f3\nlas suyas. Ning\u00fan bombardero vol\u00f3 sobre Kyoto durante la desastrosa segunda\nguerra mundial, porque el ministro de Defensa estadounidense,\nH.L. Stimson, que hab\u00eda visitado dos veces la ciudad, decidi\u00f3 salvarla del\nholocausto nuclear. Merece ser recordado. Sin embargo, pasado el\nconflicto, miles de habitantes de Kyoto empezaron a renunciar voluntariamente a\nlos hogares levantados por cien generaciones anteriores. Estaban hechos de\nmadera, con ventanas de papel de arroz que filtran suavemente la luz, y puertas\ndeslizables que permiten disfrutar del paisaje propio, del jard\u00edn familiar, y\ntambi\u00e9n del \u201cel paisaje prestado\u201d, que aportan los cerros o parques vecinos. De\neste modo, el hombre se sumaba a la naturaleza, sin intenciones de dominarla.<\/p>\n\n\n\n Eso empez\u00f3 a\ndesaparecer. Por influencia norteamericana, y sus tropas ocupantes, la mayor\u00eda\nde este pueblo humillado y derrotado opt\u00f3 por el concreto, el aire\nacondicionado, la calefacci\u00f3n central y el pr\u00e1ctico colmenar de los edificios\nde departamentos. Existen algunas casas tradicionales en el centro de las\nmanzanas, sobre estrechos pasajes, como ocultando la verg\u00fcenza de la falta de\ncemento, hierro y vidrio. Que nadie se sorprenda, dicen algunos que dicen\nentender el alma japonesa. <\/p>\n\n\n\n -Ellos aman la naturaleza, la conocen, lo cual\nlos hace muy conscientes de su permanente renovaci\u00f3n, de su fragilidad; y no\nluchan contra eso.<\/p>\n\n\n\n Demoler las casas tradicionales no era raro, por lo tanto. Un cambio\nm\u00e1s. Antes hab\u00edan adoptado ideas y costumbres de otras zonas de Oriente. Su\nreligi\u00f3n nacional, el sinto\u00edsmo, fue injertado de budismo indio tra\u00eddo a Nara\npor inmigrantes coreanos. Y a su vez, el budismo fue mezclado con sinto\u00edsmo, la\nreligi\u00f3n nacional del Jap\u00f3n, b\u00e1sicamente animista, que carece de libros sagrados,\nmandamientos y preceptos. Los sinto\u00edstas empezaron a utilizar im\u00e1genes\n-imitando a los budistas-, y los budistas adoptaron divinidades nacionales de\nJap\u00f3n, propias de los sinto\u00edstas\u2026 <\/p>\n\n\n\n Casi todo cambia siempre. Mientras hay cosas que permanecen milagrosamente.\nMuchos templos de madera son demolidos y vueltos a construir cada veinte a\u00f1os,\no cada cincuenta, \u00a1id\u00e9nticos! El Kosuga Taishi, uno\nde los tres mayores santuarios sinto\u00edstas de Nara, ha sido rehecho 57 veces,\npor los incendios, por enfermedades de la madera y, especialmente, por mandato espiritual. Pero algunos\nincendios no son fatales. A menudo, junto al templo que se funda, los\nmonjes plantan un bosque para poder reconstruirlo con las mismas maderas todas\nlas veces que sea necesario.<\/p>\n\n\n\n Utilizan arces en sus jardines y construcciones. El continuo cambio de\ncolor de las hojas durante el oto\u00f1o sirve como est\u00edmulo para la meditaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n Mientras viajamos, vemos que los bosques\ninventan rojos, cobaltos, escarlatas, anaranjados, marrones, ambarinos y otros\ncolores que vemos de una sola mirada, incr\u00e9dulos. Todo se halla en proceso de\ntransformaci\u00f3n. El concepto de cambio, de caducidad, tiene aqu\u00ed una\nexpresi\u00f3n m\u00e1s. <\/p>\n\n\n\n Todo el placer<\/p>\n\n\n\n Otros japoneses\n-fundados en creencias diferentes- se conforman con reparar las construcciones,\nreemplazar las tablas y pilares da\u00f1ados. Por todas estas razones, Kyoto y su\nvecina Nara, tienen los edificios de madera m\u00e1s antiguos y grandes del planeta.\nY si un incendio destruye uno de ellos, no hay titubeo posible: empiezan de\ninmediato los planes de la reconstrucci\u00f3n m\u00e1s fiel. Usan t\u00e9cnicas ancestrales\nnunca olvidadas, porque una parte importante del pasado m\u00e1s remoto no vive aqu\u00ed\nenclaustrado en los libros; forma parte de la vida cotidiana. Si hoy levantan\nun nuevo templo, lo har\u00e1n igual que hace 2 mil a\u00f1os. Lo arcaico tiene\nemocionante belleza en Kyoto y Nara, una inexplicable frescura. <\/p>\n\n\n\n Sus jardines\ntambi\u00e9n ayudan a sentirse en otro mundo. En ellos, la meditaci\u00f3n hace una\ndiferencia significativa. Meditar supone lograr la captaci\u00f3n directa de la\nrealidad, sin que intervengan el lenguaje y el pensamiento, que alteran la\nrealidad. Lo que pretende el budismo zen a trav\u00e9s de sus jardines de piedra o\nmusgo, dicen, es precisamente mostrar que la realidad no debe ser entendida\ndesde el pensamiento, sino desde lo que llaman la intuici\u00f3n pura.<\/p>\n\n\n\n Para conocer todo\nlo que tiene valor excepcional en esta ciudad y su entorno, necesitar\u00edamos\nmeses de visita. Hay 1.600 templos budistas, 270\nsantuarios sinto\u00edstas, un palacio y dos residencias imperiales. El tiempo se\nalargar\u00eda si recorri\u00e9ramos la otra antiqu\u00edsima capital imperial, Nara,\ndistante s\u00f3lo 40 kil\u00f3metros, que conserva aut\u00e9nticos prodigios de la cultura japonesa,\ndonde se levantaron los primeros templos budistas del pa\u00eds. <\/p>\n\n\n\n Describimos a\ncontinuaci\u00f3n 14 visitas en ambas ciudades que garantizan el m\u00e1ximo asombro, el\nmejor Jap\u00f3n. Todo el placer. <\/p>\n\n\n\n Ver\nen Kyoto<\/strong><\/p>\n\n\n\n Santuario de Sanjusangen-do. A 10 minutos a pie desde\nla estaci\u00f3n de Kyoto (evite los taxis; son muy caros.) Construido en 1266,\nveremos, en una oscuridad sobrecogedora, m\u00e1s de mil im\u00e1genes de la diosa de la\nmisericordia, Kannon. La protege una\nestructura, la m\u00e1s larga del mundo hecha en madera.<\/p>\n\n\n\n Templo de\nKiyomizu-dera. Uno de los antiguos: a\u00f1o 798. Formado por\nvarios edificios. Se halla a pocos minutos a pie desde el santuario anterior,\nen la ladera de una colina llena de vegetaci\u00f3n. Para\nllegar a la entrada hay que subir por una calle que caracolea, flanqueada por\ntoda clase de tiendas y casas de t\u00e9. Este soberbio santuario central\n(1633) se levanta sobre 139 pilares de cipr\u00e9s, algunos de hasta 50 m de\naltura, que se apoyan en la quebrada.\nDesde esta llamativa plataforma se domina la ciudad y sus alrededores. Es tal\nla altura sobre la falda de la monta\u00f1a, que los japoneses usan la expresi\u00f3n\n\u00abcomo saltar desde la terraza de Kiyomizu\u00bb para referirse a cualquier acto de\nvalent\u00eda. Existen 160 grupos de voluntarios para evitar incendios en el templo.\nMuy cerca, caminando, se encuentra un fascinante sector de tiendas de cer\u00e1micas\nen dos calles que trepan una colina: Kiyomizu-zaka y Gojo-zaka. De los barrios\nantiguos y comerciales de Kyoto, quiz\u00e1 el mejor sea Shijo-dori. Para los fan\u00e1ticos de las antig\u00fcedades, Shinmonzen-dori. Para feria persa de fin de semana, Kitayama Flea Market, frente al\nFuritsu Sogo Shiryokan, cerca de la estaci\u00f3n de metro Kitayama.\nDesde este templo, tambi\u00e9n podemos ir caminando al Pabell\u00f3n Dorado o\nKinkaku-ji, que describimos a continuaci\u00f3n. Bus desde la estaci\u00f3n de Kioto de la l\u00ednea Kintetsu o JR.<\/em> <\/p>\n\n\n\n Templo de\nKinkaku-ji. Antigua casa de campo se\u00f1orial, luego templo\nbudista, es conocido como Pabell\u00f3n Dorado, porque su segundo y tercer piso\nest\u00e1n recubiertos por hoja de oro. Originario del siglo XIV, fue reconstruido a\nmediados del XX, luego de ser incendiado por un aspirante a monje. Edificio de\ngran belleza y jard\u00edn excepcional, con colina de fondo, entre un velo de\nneblina. Forma parte de Higashiyama,\nel barrio m\u00e1s interesante de la ciudad, donde\npodemos visitar este templo y los dos se\u00f1alados antes, y disfrutar, caminando,\ndel extraordinario mundo de los jardines de las colinas del noroeste. <\/p>\n\n\n\n Villa Imperial Shugakuin. En la falda del monte\nHiei, formada por tres palacios y jardines con estanques. A 15 minutos a pie\ndesde la estaci\u00f3n de Shugakuin. Garzas, patos,\npavos reales y ardillas. Entre sus muros -como en los de la otra villa\nimperial- se refinaron la ceremonia del t\u00e9, la caligraf\u00eda, el teatro Noh y el ikebana. Muestra notable de la\narquitectura feudal, al igual que Katsura (descrita a continuaci\u00f3n), que evitan\nlos adornos y privilegian la l\u00ednea recta, y consideran igualmente importantes\nel edificio que su entorno.<\/p>\n\n\n\n Villa Imperial Katsura. Admirable\nejemplo de uni\u00f3n entre naturaleza y arquitectura, que inspir\u00f3 al Bauhaus, al\npintor Mondrian y a Frank Lloyd Wright, uno de los primeros arquitectos del\nsiglo XX. Estuvo destinada al pr\u00edncipe imperial. Construida en los inicios del\nsiglo XIV, tiene uno de los jardines y estanques m\u00e1s hermosos de Asia. Para el\ningreso a ambas villas imperiales es necesario un tr\u00e1mite previo a trav\u00e9s de\nagencia de viajes. Una advertencia para los estudiantes\nsecundarios: los menores de 20 a\u00f1os no pueden ingresar, ni siquiera acompa\u00f1ados\npor adultos. Desde la estaci\u00f3n de Kioto,\ntomar los autobuses 33 o 60 y bajar en la estaci\u00f3n Katsura Rikyu mae (30\nminutos de viaje).<\/em><\/p>\n\n\n\n Templo Sintoista de Heian. Reconocido por su arquitectura laqueada en rojo vivo, admirables\njardines y gran variedad de cerezos que florecen en abril. Construido en 1895\npara conmemorar el 1.100\u00ba aniversario de la fundaci\u00f3n de Kyoto, la mayor parte\nde los edificios son una reproducci\u00f3n en menor escala del primer palacio\nimperial, levantado el a\u00f1o 794. (M<\/em>etroestaci\u00f3n Sanjo de la l\u00ednea Kyohan.<\/em>) <\/em><\/p>\n\n\n\n Templo de Kiyomuki. Su magn\u00edfica balconada es un milagro de ebanister\u00eda sin clavos, desde\nla cual en marzo-abril veremos la blancura casi cegadora de los cerezos en flor\nque siguen las curvas del r\u00edo Kamo. Se halla en el barrio de Gion oriental y\nparece despertarse de un largu\u00edsimo sue\u00f1o en medio de un bosque espeso. Los\nperegrinos han venido aqu\u00ed durante m\u00e1s de mil a\u00f1os para orar ante la imagen de\nonce cabezas de Kannon y beber de su manantial sagrado. <\/p>\n\n\n\n Templo de Ryoan-ji. Famoso por tener el m\u00e1s importante jard\u00edn seco o de piedras de Jap\u00f3n,\ncon quince rocas y piedrecilla rastrillada. Este es considerado la m\u00e1xima\nexpresi\u00f3n del budismo zen. Existen muchas interpretaciones del significado de\nestas rocas, algunas simples adivinanzas. Conviene llegar cuando se abren las\npuertas, a las ocho de la ma\u00f1ana. A las diez puede haber una multitud\nexasperante. Cerca, estanque que en verano tiene nen\u00fafares maravillosos. Se\nhalla muy cerca del Pabell\u00f3n de Oro, o templo Kinkaku-ji. Otros jardines de\npiedra notables son el de Nanzenji, un templo zen fundado a los pies de las\ncolinas orientales, y el de Daisenin<\/a>, del templo Daitoku. <\/p>\n\n\n\n Templo de Ginkaku-ji. Antigua casa de campo\nse\u00f1orial, luego templo budista. Su due\u00f1o tuvo la intenci\u00f3n de recubrirlo con\nl\u00e1minas de plata -lo que no hizo-, pero igual le llaman Pabell\u00f3n de Plata. A lo\nmenos es igualmente hermoso que el Pabell\u00f3n de Oro. Su\njard\u00edn ha sido definido como una de las mejores \u201cobras de filosof\u00eda en tierra.\u201d\nGiankaku-ji-cho, Sakyoku<\/em>.<\/em> <\/p>\n\n\n\n Templo\nTo-ji. <\/strong>En el coraz\u00f3n de la ciudad. Su estructura de cinco pisos es la m\u00e1s alta\nde Jap\u00f3n hecha en madera. Conserva un gran mandala tridimensional compuesto por\n21 estatuas que rodean al Danichi Nyorai, el gran Buda c\u00f3smico que enunci\u00f3 las\nclaves esot\u00e9ricas. Junto a la pagoda cada d\u00eda 21 funciona el mercado de\nantig\u00fcedades Kobo-ichi, de buena relaci\u00f3n calidad-precio. Encontraremos\ncer\u00e1micas, lacas, muebles, ropa usada y kimonos, en <\/em>m\u00e1s de 1.200 puestos\nde venta, en los que tambi\u00e9n se ofrecen comidas. El mercado est\u00e1 llen\u00edsimo\ndesde la ma\u00f1ana a la noche. <\/p>\n\n\n\n Ver en Nara <\/strong><\/p>\n\n\n\n Templo Horyu-ji. Cerca de\nNara, fundado\nel a\u00f1o 607, es el m\u00e1s antiguo de todos los templos del Extremo Oriente. De sus 40 edificios, algunos son\nlos m\u00e1s viejos del mundo hechos en madera. Su Pagoda de Cinco Pisos, tiene 14\nsiglos y conserva maderas originales. Notable su Puerta Nandaimon, su Santuario\nCentral (Kondo), con muchas obras de arte budistas y el Sal\u00f3n de los Sue\u00f1os,\ndel a\u00f1o 739. Un tesoro en arquitectura, pintura y escultura. Se encuentra a 35\nminutos en bus desde la estaci\u00f3n de Nara-Ninki Nippon, y a pocos minutos\nandando se hallan los templos de Chuguji y Horinji. <\/p>\n\n\n\n Templo\nTodai-ji. Fundado en el a\u00f1o 752, tiene en una de sus\nconstrucciones la m\u00e1s voluminosa estatua de bronce del mundo, de 16,2 m de\naltura, hecha con 437 toneladas de bronce y 130 kilos de oro (Gran Buda o\nDaibutsu). El santuario que la acoge es\nla mayor construcci\u00f3n de madera conocida. El soportal de entrada del edificio\nprincipal, Nandai-mon, sostenido por imponentes columnas de madera de una sola\npieza, luce dos enormes esculturas de madera que representan a guardianes Nio,\nde intimidante aspecto. <\/p>\n\n\n\n Naramachi.Una\nmanzana tranquila de casas al sur del estanque Sarusawa. Las casas son de las\n\u00e9pocas de Edo y de Meiji. <\/strong><\/p>\n\n\n\n Parque de Nara. <\/strong>Lo habitan libremente unos 1.200\ngamos, y a mediados de julio se pueden ver y fotografiar sus cr\u00edas. <\/strong><\/p>\n\n\n\n Lo mejor para observar geishas aut\u00e9nticas o geishas en proceso de\nformaci\u00f3n, las maiko, es ir al barrio de Gion, de Kyoto, distrito de\nMiyagawacho. El horario en que salen a la calles es de 6 de la tarde a 2 de la\nma\u00f1ana, cuando van de un trabajo a otro, taconeando sobre la calles de piedra.\nPara ingresar a una aut\u00e9ntica casa de t\u00e9 es necesario ir acompa\u00f1ado por una\npersona del pa\u00eds. Antes de la segunda guerra hab\u00eda en Gion 250 de estas casas.\nQuedan unas 50. Las que cerraron, hoy son salones de belleza, escuelas de\nmaikos o academias para recibir lecciones de shamisen, tambor o iniciaci\u00f3n a la\nceremonia del t\u00e9. El distrito de Gion entrega lo que m\u00e1s quiere un japon\u00e9s\nmedio del siglo XXI: vino, mujeres y karaoke.<\/em> En su zona comercial\npodemos comprar a buen precio aut\u00e9nticos quimonos, abanicos, peinetas y\nhorquillas. Para quienes gusten de alg\u00fan espect\u00e1culo tradicional el mejor lugar\nes Gion Corner. Muy cerca se encuentra la angosta calle de Pontocho donde\nabundan las casas de las geishas. Aqu\u00ed puede encontrar la entretenci\u00f3n en todos\nsus grados, donde las geishas<\/em> no dejan aburrirse a la clientela. Muchos\nfaroles rojos hay en sitios de comida llamados akachochin, donde s\u00f3lo se paga\nlo consumido y ning\u00fan servicio extra. Ojo con los establecimientos que se\nanuncian como \u201cbar\u201d. Encontraremos se\u00f1oritas muy interesadas en que el cliente\nbeba mucho, y ellas tanto como \u00e9l. En los llamados \u201ccabarets\u201d se va m\u00e1s\nlejos. <\/p>\n\n\n\n Pr\u00f3ximas fiestas <\/strong><\/p>\n\n\n\n 16-17 julio. La fiesta de Gion, en el\nsantuario Yasaka, de Kyoto, se celebra desde hace 11 siglos y es la m\u00e1s famosa\ndel pa\u00eds. Dura todo el mes de julio. Lo principal es un desfile de suntuosas\ncarrozas tiradas por grupos de veinte hombres, con un m\u00e1stil muy alto de\nmadera. Esta procesi\u00f3n se llama Yamahoko Junko (d\u00edas 16-17). Veremos muchos\nhombres y mujeres vistiendo yukata, <\/em>capa\n\u00fanica de algod\u00f3n, muy c\u00f3moda y fresca para usar en climas calurosos.<\/p>\n\n\n\n 15 agosto. En Nara, Festival de las Linternas\ndel templo sinto\u00edsta de Kasuga.<\/p>\n\n\n\n 16 agosto. \nFestival Daimonji-Okuribi, con figuras de fuego en el monte Nyoigatake y\notros cuatro cerros que rodean Kyoto. El principal tiene forma humana\nsimplificada. Es el m\u00e1s famoso de los okuribi<\/em> (“fuegos de\ndespedida”) para despedir las almas o esp\u00edritus de los ancestros de cada\nfamilia que han venido de visita (celebraciones budistas por Obon.) Se celebra\ntambi\u00e9n en otros lugares de Jap\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n 22 octubre. Festival de las Edades, en el\ntemplo sinto\u00edsta de Heian, Kyoto. Miles de personas forman procesi\u00f3n vistiendo\ntrajes desde los siglos VIII al XIX, \u00e9poca en que la ciudad era capital\nimperial. Tiene s\u00f3lo un siglo de tradici\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n 22 octubre. Festival de Fuego, en el templo\nYuki, de Kura Mayoama, fundado antes del a\u00f1o 1.000, en el norte de Kyoto.\nCeremonia con dos santuarios port\u00e1tiles que avanzan entre la multitud, en el\ncual varones con sus torsos desnudos pasean enormes antorchas alrededor del santuario. Dura hasta el\namanecer. Su nombre en japon\u00e9s: Kurama-No-Himatsuri. <\/p>\n\n\n\n Clima<\/strong><\/p>\n\n\n\n En verano (julio a septiembre) el clima es\nh\u00famedo y caluroso, lo cual se compensa por la ausencia de muchedumbres en los\nlugares tur\u00edsticos. Temperatura media alta en verano 26\u00ba C. Desde el punto de\nvista del clima, la \u00e9poca \u00f3ptima para viajar es parte de octubre y todonoviembre. Baja humedad.<\/strong><\/p>\n\n\n\nVer texto publicado en revista en formato PDF<\/em><\/small>\n\n\nKyoto-y-Nara-la-belleza-de-lo-arcaico<\/a>\n Recorrer las dos antiguas capitales imperiales de Jap\u00f3n es uno de los mayores […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":5618,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[48,90],"tags":[123],"class_list":["post-5502","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-asia","category-japon","tag-revista-viajes-la-tercera"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/5502","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=5502"}],"version-history":[{"count":2,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/5502\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":5619,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/5502\/revisions\/5619"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/media\/5618"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=5502"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=5502"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=5502"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}Geishas y lo dem\u00e1s<\/h2>\n\n\n\n