Warning: "continue" targeting switch is equivalent to "break". Did you mean to use "continue 2"? in /home/gand37/public_html/wp-content/plugins/essential-gridzip/includes/item-skin.class.php on line 1422

Warning: count(): Parameter must be an array or an object that implements Countable in /home/gand37/public_html/wp-content/plugins/modeltheme-framework/init.php on line 746

Warning: count(): Parameter must be an array or an object that implements Countable in /home/gand37/public_html/wp-content/plugins/modeltheme-framework/init.php on line 746

Warning: count(): Parameter must be an array or an object that implements Countable in /home/gand37/public_html/wp-content/plugins/modeltheme-framework/init.php on line 746

Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /home/gand37/public_html/wp-content/plugins/essential-gridzip/includes/item-skin.class.php:1422) in /home/gand37/public_html/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1893

Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /home/gand37/public_html/wp-content/plugins/essential-gridzip/includes/item-skin.class.php:1422) in /home/gand37/public_html/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1893

Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /home/gand37/public_html/wp-content/plugins/essential-gridzip/includes/item-skin.class.php:1422) in /home/gand37/public_html/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1893

Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /home/gand37/public_html/wp-content/plugins/essential-gridzip/includes/item-skin.class.php:1422) in /home/gand37/public_html/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1893

Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /home/gand37/public_html/wp-content/plugins/essential-gridzip/includes/item-skin.class.php:1422) in /home/gand37/public_html/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1893

Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /home/gand37/public_html/wp-content/plugins/essential-gridzip/includes/item-skin.class.php:1422) in /home/gand37/public_html/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1893

Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /home/gand37/public_html/wp-content/plugins/essential-gridzip/includes/item-skin.class.php:1422) in /home/gand37/public_html/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1893

Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /home/gand37/public_html/wp-content/plugins/essential-gridzip/includes/item-skin.class.php:1422) in /home/gand37/public_html/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1893
{"id":4781,"date":"1997-10-05T21:00:19","date_gmt":"1997-10-06T00:00:19","guid":{"rendered":"http:\/\/www.ganderats.cl\/?p=4781"},"modified":"2019-07-10T10:43:06","modified_gmt":"2019-07-10T13:43:06","slug":"las-entranas-de-la-china-imperial","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.ganderats.cl\/las-entranas-de-la-china-imperial\/","title":{"rendered":"Las entra\u00f1as de la China imperial"},"content":{"rendered":"\n

Seis mil soldados y 600 caballos hechos\nde terracota -a tama\u00f1o natural- por el primer emperador de la China, se han\nconvertido en uno de los hitos del turismo en el Lejano Oriente. Est\u00e1n saliendo\ntodav\u00eda de las entra\u00f1as de la historia. Aqu\u00ed contamos lo que vimos,\nsobrecogidos, en nuestra visita al Ej\u00e9rcito de Terracota cuando hab\u00eda sido\ndescubierto pocos a\u00f1os antes, y permanec\u00eda medio oculto por las resistencias\npol\u00edticas y restos vivos de la Revoluci\u00f3n Cultural. <\/h4>\n\n\n\nPor Luis Alberto Ganderats\n<\/em><\/strong><\/small>\n\n\n\n
<\/div>\n\n\n\n

Se est\u00e1n convirtiendo en soldados que todo el\nmundo quiere visitar. Arque\u00f3logos y turistas se disputan el espacio en los\naviones que viajan hasta Xi’an. En los tiempos de Cristo era la ciudad m\u00e1s\npopulosa del planeta y el comienzo chino de la Ruta de la Seda. Desde esta\nciudad toman un bus o un auto que los lleve hasta las excavaciones desde donde\nhan salido, desde el barro seco, estos hombres uniformados. <\/p>\n\n\n\n

Hicimos el viaje en d\u00edas en que las dificultades eran mayores, por\nla escasez de vuelos. Pero la curiosidad que crec\u00eda a\u00f1o a a\u00f1o nos hizo crecer\ntambi\u00e9n la paciencia, y -con la emoci\u00f3n contenida- logramos embarcarnos. Por\nprimera vez cre\u00edmos experimentar algo semejante a lo que dicen sentir los\nviajeros que emprenden camino a lugares remotos, sin saber si habr\u00e1 motivos\npara celebrar. Una mezcla de ansiedad y alegr\u00eda. Nunca falta la amenaza de un\nimprevisto que eche todo por tierra. Es lo que sintieron Cook y Tasman, Burton\ny Malaspina.<\/p>\n\n\n\n

En el aeropuerto de Shangai sentimos caer un rayo sobre nuestras\ncabezas:<\/p>\n\n\n\n

-\u00bfPor qu\u00e9 no sale el vuelo?-, preguntamos a un empleado.<\/p>\n\n\n\n

-Hay diferencias entre los miembros de la tripulaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

-\u00bfY?<\/p>\n\n\n\n

-No se sabe qu\u00e9 decidir\u00e1n. Si el viaje sigue o no.<\/p>\n\n\n\n

Ya estamos en la loza, pero sin poder embarcar. En la puerta del\nhorno… Un grupo de pilotos, sobrecargos y auxiliares discute a 20 metros de\nnosotros, bajo la sombra refrescante de un ala del avi\u00f3n. El aire es otro\nhorno.<\/p>\n\n\n\n

Vivimos uno de esos momentos en que nos gustar\u00eda saber rezar y\nrezar con fervor. Y no venir de un Chile en dictadura c\u00edvico-militar de\nderecha\u2026<\/p>\n\n\n\n

Hacemos fuerza mental, con la ayuda de otros pasajeros.<\/p>\n\n\n\n

-Por favor, pasen a embarcarse- dice por fin una dulce mujer\nchina, sonriendo con naturalidad. <\/p>\n\n\n\n

Han pasado varias horas desde esa sonrisa, y ahora escuchamos la\nvoz mon\u00f3tona de un gu\u00eda que repite mec\u00e1nicamente.<\/p>\n\n\n\n

-Estas cifras hay que escucharlas con cuidado.<\/p>\n\n\n\n

Paramos la oreja mientras los ojos no pueden perder de vista el\nasombroso espect\u00e1culo.<\/p>\n\n\n\n

-Son seis mil soldados a tama\u00f1o natural- a\u00f1ade somnoliento- Y los\n600 caballos tambi\u00e9n. Todos de terracota, de arcilla endurecida.<\/p>\n\n\n\n

-\u00bfSeis mil soldados dijo?<\/p>\n\n\n\n

-S\u00ed, y 600 caballos. Estuvieron ocultos por m\u00e1s de 22 siglos bajo\nuna capa de barro seco.<\/p>\n\n\n\n

-\u00bfAntes que Pompeya?<\/p>\n\n\n\n

-Unos 300 a\u00f1os antes.<\/p>\n\n\n\n

-\u00bfY por qu\u00e9 los cubri\u00f3 el barro?<\/p>\n\n\n\n

-Estaban en pasillos subterr\u00e1neos. Se destruy\u00f3 el edificio\nexterior, vinieron las crecidas del r\u00edo Amarillo y los pasillos se convirtieron\nen verdaderas piscinas de barro.<\/p>\n\n\n\n

As\u00ed, sumergido, sin luchar, se hizo humo todo este Ej\u00e9rcito de\nTerracota. <\/p>\n\n\n\n

Desapareci\u00f3 incluso en el recuerdo de la gente.<\/p>\n\n\n\n

Su casual descubrimiento, hace dos d\u00e9cadas, dej\u00f3 perplejos y\nmaravillados a los arque\u00f3logos. Lo mismo ocurre desde hace tiempo a los pocos\nturistas que pueden internarse hasta el coraz\u00f3n de China.<\/p>\n\n\n\n

Fascinaci\u00f3n horrorizada<\/strong><\/p>\n\n\n\n

Nos encontramos en el edificio m\u00e1s deprimente que es posible\nimaginar para un tesoro como \u00e9ste. Un bodeg\u00f3n de concreto construido sobre las\nexcavaciones -para protegerlas-, parecido a una barraca cualquiera. Tan\nprodigioso es lo que contiene, sin embargo, que pronto el visitante se repone y\nes capaz de ignorar el envoltorio, y hace de esa contemplaci\u00f3n uno de los\nmomentos m\u00e1s intensos que es posible imaginar. Aturde y sobrecoge. Pensar en el\ndolor humano que puede ocultar la realizaci\u00f3n de esta obra colosal produce una\nsuerte de fascinaci\u00f3n horrorizada. Imposible no fascinarse, inevitable el gesto\nde reproche en alguna esquina de la conciencia.<\/p>\n\n\n\n

“De pie, bajo la lluvia, nos emocionamos hasta las\nl\u00e1grimas”, confes\u00f3 la escritora Audrey Topping, una de las primeras\noccidentales que pudieron llegar a este lugar cuando conclu\u00eda la sangrienta\nRevoluci\u00f3n Cultural, que tambi\u00e9n provoc\u00f3 horror en la gente junto con la\nfascinaci\u00f3n de vivir un proceso enteramente absurdo.<\/p>\n\n\n\n

Ahora no hay lluvia, pero no faltan las l\u00e1grimas. Este ej\u00e9rcito\ndebe colocarse entre las obras m\u00e1s admirables y m\u00e1s incomprensibles de la\nhistoria humana. Varias cuadrillas de hombres y mujeres excavan frente a\nnuestros ojos con la lentitud que exige su tarea. En cualquier momento podr\u00edan\nescucharse exclamaciones de regocijo, o se podr\u00eda ver a un arque\u00f3logo levantar\npor los aires una lanza. Una flecha reci\u00e9n recuperada.<\/p>\n\n\n\n

No asistimos, desafortunadamente, a un instante as\u00ed.<\/p>\n\n\n\n

En un \u00e1rea de m\u00e1s de dos cuadras de largo y sesenta metros de\nancho, observamos once corredores repletos de soldados y caballos. Todos los\nhombres parecen en actitud de esperar la voz de mando, pero son diferentes la\nexpresi\u00f3n de los ojos, el largo de los bigotes, el rictus de los labios, el\ncorte de los trajes. Los hay fieros, y tambi\u00e9n algunos que parecieran disimular\ncon dificultad su car\u00e1cter alegre.<\/p>\n\n\n\n

Seguramente -por lo que se sabe- los propios soldados del\nemperador que mand\u00f3 a hacer estas figuras, Qinshihuang Ti, sirvieron de\nmodelos. La otra posibilidad era la de ser enterrados vivos para acompa\u00f1ar a su\nemperador al otro mundo. (Por ah\u00ed se cuela el horror).<\/p>\n\n\n\n

\u00bfHabr\u00e1 existido jam\u00e1s modelos m\u00e1s entusiastas y pacientes?<\/p>\n\n\n\n

No se sabe, claro, de otro monarca que haya rendido un homenaje\ntan extraordinario a los hombres que conquistaron para \u00e9l un imperio (por ah\u00ed\naparece la fascinaci\u00f3n). Arqueros, lanceros, jinetes, alabarderos, ballesteros\ny caballos de cer\u00e1mica (o terracota), ten\u00edan otra caracter\u00edstica en com\u00fan:\nllevaban armas o arrastraban carros de guerra aut\u00e9nticos.<\/p>\n\n\n\n

Por esa raz\u00f3n ya no hay aqu\u00ed armas ni carros de guerra.<\/p>\n\n\n\n

Fueron saqueados -tres o cuatro a\u00f1os despu\u00e9s de la muerte del\nemperador- por los fundadores de la siguiente dinast\u00eda. Muchas terracotas\nsufrieron graves da\u00f1os y el trabajo de restauraci\u00f3n ha sido lento. Dif\u00edcil.<\/p>\n\n\n\n

Con paciencia, claro, pero eso es algo que abunda en estas\nlejan\u00edas asi\u00e1ticas.<\/p>\n\n\n\n

Para verlos, ahora es necesario recorrer largu\u00edsimos pasillos\nlaterales, situados a un nivel m\u00e1s alto. Se logra una soberbia visi\u00f3n de\nconjunto, aunque hace imposible la observaci\u00f3n de los detalles a simple vista.\nUn permiso especial abre las puertas a los periodistas y fot\u00f3grafos. El turista\ndebe conformarse con la visi\u00f3n distante y le est\u00e1 prohibido fotografiar,\nincluso sin luces. El monopolio fotogr\u00e1fico es del museo.<\/p>\n\n\n\n

El Ej\u00e9rcito se impone con normas de hierro.<\/p>\n\n\n\n

Muchos guardias vigilan a los turistas para que tales normas se\nrespeten. Pero la curiosidad se va por otros caminos. Descubrimos que algunos\nguerreros se encuentran descabezados. As\u00ed resulta f\u00e1cil comprobar que los\ncuerpos son huecos y est\u00e1n rellenos de arena; las cabezas, en cambio, fueron\nhechas en forma compacta, y van encajadas, sin pegamento. Por lo tanto, pueden\nser cambiadas de posici\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

Todas las figuras llevan sus manos vac\u00edas, aunque conservan los\nhuecos o posiciones que demuestran que originalmente ocuparon lanzas o arcos,\nalabardas o ballestas.<\/p>\n\n\n\n

Al centro de este escenario, el trabajo de excavaci\u00f3n contin\u00faa\npausadamente. A\u00fan quedan miles de soldados y caballos esperando ser rescatados\ndel barro seco, para volver a formar en este ej\u00e9rcito dispuesto en formaci\u00f3n de\ncombate, para combatir el olvido.<\/p>\n\n\n\n

Por 2.000 a\u00f1os seguramente se creyeron derrotados.<\/p>\n\n\n\n

Nadie sab\u00eda de ellos.<\/p>\n\n\n\n

Cuando apareci\u00f3 en China este ej\u00e9rcito de arcilla, en la primavera\nde 1974, un ej\u00e9rcito chileno de carne y hueso ten\u00eda capturado el inter\u00e9s\ninternacional. Pero Xian hizo sonar los teletipos m\u00e1s que Pinochet. El hallazgo\nfue hecho por obreros de una comuna popular de la provincia de Shen. Cavaban un\npozo artesiano para el riego y bajo la tierra roja se encontraron con el rostro\nadusto de un general, con restos de color en su raro uniforme.<\/p>\n\n\n\n

Ese general dio la voz de mando a los arque\u00f3logos.<\/p>\n\n\n\n

Desde entonces, trabajan sin pausa y sin irresponsables apuros.\nAhora ya se sabe que lo encontrado, el mayor descubrimiento arqueol\u00f3gico de la\nsegunda mitad del siglo XX, podr\u00eda ser apenas una parte m\u00ednima del mayor tesoro\nhist\u00f3rico de la China milenaria.<\/p>\n\n\n\n

Tumba-cerro a la espera<\/strong><\/p>\n\n\n\n

En esta regi\u00f3n estuvo el coraz\u00f3n pol\u00edtico del imperio por m\u00e1s de\nmil a\u00f1os, y la provincia de Shen-si es uno de los lugares de la Tierra donde la\npalabra tesoro debe pronunciarse con una entonaci\u00f3n distinta. Existen no una,\nsino cientos de tumbas imperiales, muchas a\u00fan no abiertas y bajo tierra. La\nmayor de todas es la de este emperador que hizo cocer un ej\u00e9rcito de cer\u00e1mica\npara acompa\u00f1ar sus restos.<\/p>\n\n\n\n

\u00bfD\u00f3nde se encuentran \u00e9stos?<\/p>\n\n\n\n

A 1.200 metros de aqu\u00ed. Lo que se observa s\u00f3lo es un cerro en\nmedio de la planicie.<\/p>\n\n\n\n

No es un cerro.<\/p>\n\n\n\n

Es un t\u00famulo, una tumba cubierta de tierra, que tiene el alto de\nun edificio de doce pisos. Cientos de \u00e1rboles han sido plantados hace una\nd\u00e9cada en \u00e9l, y un templete de arquitectura tradicional china destaca sobre la\ncumbre.<\/p>\n\n\n\n

Bajo este cerro artificial fue enterrado el emperador, en un\npalacio subterr\u00e1neo.<\/p>\n\n\n\n

El pante\u00f3n tiene 250 metros de largo (20 m\u00e1s que la pir\u00e1mide de\nKeops), y 80 metros de altura. Muchos expertos suponen que los restos de este\nprimer emperador de China deben estar rodeados de un tesoro cultural\nincalculable, salvo que haya sido saqueado y destruido,<\/p>\n\n\n\n

Nadie lo sabe a\u00fan.<\/p>\n\n\n\n

Sepulcro que mata<\/strong><\/p>\n\n\n\n

S\u00f3lo se conoce el relato de un hombre que vivi\u00f3 un siglo antes de\nCristo, gran historiador de la antig\u00fcedad china, Ssu-ma Ch\u00e9n:<\/p>\n\n\n\n

“…trabajaron m\u00e1s de 600.000 conscriptos de todas partes del\npa\u00eds; cavaron, atravesaron tres r\u00edos subterr\u00e1neos y vaciaron cobre fundido para\nla parte exterior del nicho y llenaron la tumba con modelos de palacios,\npabellones y oficinas, con vasijas finas, piedras preciosas y curiosidades. Se\norden\u00f3 a los artesanos disponer flechas de una manera tal que cualquier intruso\nque entrara fuera muerto de inmediato. Es una sepultura que mata. Se hizo una\nr\u00e9plica en miniatura del territorio chino, en la cual los r\u00edos principales\nfueron reproducidos en mercurio, que corr\u00edan hasta un oc\u00e9ano en miniatura por\nmedio de dispositivos mec\u00e1nicos…”.<\/p>\n\n\n\n

A\u00fan no se sabe cu\u00e1nto queda de eso.<\/p>\n\n\n\n

Falta realizar una excavaci\u00f3n sistem\u00e1tica, y los arque\u00f3logos no\nparecen tener prisa. S\u00f3lo unos pocos chinos han visto el Ej\u00e9rcito de Terracota,\ny quiz\u00e1 reci\u00e9n cuando haya disminuido la curiosidad y el asombro universal,\nsacar\u00e1n de la manga otra carta asombrosa para tentar al turismo.<\/p>\n\n\n\n

\u00bfHabr\u00e1 algo m\u00e1s, aparte de la tumba?<\/p>\n\n\n\n

Considerando las concepciones chinas sobre simetr\u00eda, expertos\nsuponen que hay much\u00edsimo m\u00e1s. Si en uno de los costados de la tumba se instal\u00f3\nel Ej\u00e9rcito, en los otros pudieran estar la corte, con sus hermosos vestidos,\npeinados y joyas; los altos funcionarios, los sacerdotes y los dem\u00e1s individuos\nimportantes de la naci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

Una estimaci\u00f3n reciente dice que la tumba de Qinshihuang Ti y sus\nmonumentos complementarios -tales como este ej\u00e9rcito-, abarcar\u00edan un \u00e1rea de 56\nkil\u00f3metros cuadrados. M\u00e1s que la comuna de Santiago.<\/p>\n\n\n\n

Carros de la emperatriz<\/strong><\/p>\n\n\n\n

Aqu\u00ed, tierra sembrada de maravillas arqueol\u00f3gicas y art\u00edsticas,\nlos chinos desenterraron en 1980 dos carros de bronce poco m\u00e1s peque\u00f1os que el\nnatural, con cocheros y cuatro caballos. Es un soberbio trabajo de arte y\nfundici\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

Los hemos visto en un edificio vecino al del Ej\u00e9rcito de\nTerracota. No son carros de guerra, pues llevan techo y un cierro exterior.\nSeguramente pertenecieron a la emperatriz o a las concubinas de Qinshihuang Ti.\nNada queda liberado a la imaginaci\u00f3n. Todo est\u00e1 ah\u00ed: el cochero sentado sobre\nsus talones, con su amplio ropaje; los arneses y las bridas -algunas de oro y\nplata-; el tallado del techo interior, las ruedas, primorosamente reproducidas.<\/p>\n\n\n\n

Es historia fundida en metal. No se trata de testimonios confusos\no dichos de o\u00eddas. En esos carros que vemos -pero en tama\u00f1o natural- viajaban\nalgunos chinos nobles 300 a\u00f1os antes de Cristo.<\/p>\n\n\n\n

Y no se trata de cualquier \u00e9poca ni de cualquier conductor de\nhombres. Si la comparaci\u00f3n no le quedara peque\u00f1a, podr\u00eda decirse que\nQimshihuang Ti -cuyo nombre se traduce como “soberano emperador de la Casa\nde Ti”- es el Napole\u00f3n de la antig\u00fcedad china. Conquist\u00f3 todos los reinos\nvecinos, hizo suyos hasta Corea y parte de Vietnam, unific\u00f3 por primera vez (y\nhasta hoy) a la China, y se ungi\u00f3 como su primer emperador.<\/p>\n\n\n\n

Cuando en Occidente el Imperio Romano estaba gest\u00e1ndose, el\nImperio Chino constitu\u00eda ya una s\u00f3lida realidad. Y esta ciudad de Xi’an era el\ncentro del centro.<\/p>\n\n\n\n

Descansamos por unas horas en el flamante Sheraton Gran Muralla de\nPek\u00edn. Un hotel con su fachada tapizada de espejos. Cuando fue inaugurado,\nafuera, detr\u00e1s de una larga reja, una hilera de campesinos -chupalla en la\nmano, pegada al muslo- observaban los espejos y los turistas, con la boca en\ngesto atontado.<\/p>\n\n\n\n

Luego vendr\u00edan muchos hoteles y edificios modernos y el hombre chino se ha familiarizado con lo nuevo, pero lo miran sin tomar plena conciencia que sus tierras ocultan muchos de los mayores tesoros art\u00edsticos y arqueol\u00f3gicos de la Humanidad.<\/p>\n\n\n\nVer texto publicado en revista en formato PDF<\/em><\/small>\n\n\nLas-entran\u0303as-de-la-China-imperial<\/a>\n

<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Seis mil soldados y 600 caballos hechos de terracota -a tama\u00f1o natural- por […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":5547,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[48,127],"tags":[124],"class_list":["post-4781","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-asia","category-china","tag-revista-volare-la-tercera"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4781","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=4781"}],"version-history":[{"count":2,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4781\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":5548,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4781\/revisions\/5548"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/media\/5547"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=4781"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=4781"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=4781"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}