\u2026Se han llevado, hace muy poco, restos\nhumanos que permanecieron aqu\u00ed durante cuarenta a\u00f1os entremezclados con la\nchatarra del bombardero. <\/p>\n\n\n\n
–Un\na\u00f1o atr\u00e1s vinieron militares estadounidenses con gente del Museo de Port\nMoresby, la capital, y levantaron los restos de varias personas. Seguramente\ndespu\u00e9s los enterraron en los Estados Unidos. <\/em><\/p>\n\n\n\n El gu\u00eda papuano me lo dice con extrema\ntranquilidad. Parece habituado a que cada cuanto tiempo alguien descubra entre\nla maleza, o en el fondo de una quebrada -como en este caso- restos de aviones\nque combatieron durante la Segunda Guerra, en el escenario del Pac\u00edfico Sur.\nQuedan a lo menos 360 aparatos norteamericanos perdidos s\u00f3lo en la gran isla de\nNueva Guinea. Casi todos son bombarderos y cazabombarderos. Unos 1.500 hombres\ny mujeres desaparecieron junto con ellos. Un tercio pudo caer al mar. <\/p>\n\n\n\n Nadie lo sabe con certeza, pero a lo\nmenos otra cantidad igual de soldados y aviones de otras banderas\ndesaparecieron aqu\u00ed: japoneses, australianos, neozelandeses… Suma y sigue:\nprobablemente hay mil aviones m\u00e1s \u2014con sus tripulantes\u2014 extraviados hace\ncuarenta a\u00f1os en el resto de las zonas boscosas del Pac\u00edfico Sur. <\/p>\n\n\n\n UN MUSEO DISPERSO <\/strong><\/p>\n\n\n\n Para todos esos hombres, la segunda guerra\nno concluy\u00f3 el 2 de septiembre de 1945. Hasta hoy libran un combate contra el\nolvido de los poderosos que los mandaron hasta aqu\u00ed para matar o matarse. <\/p>\n\n\n\n Podr\u00eda llamarse afortunados a los tripulantes\ndel B24-D hecho chatarra que he podido ver en el Parque Nacional Varirata, y\nque cay\u00f3 aqu\u00ed en agosto de 1943. Al menos sus restos han sido enterrados en el\nlugar que sus parientes escogieron.<\/p>\n\n\n\n Y el m\u00e9rito del Museo Nacional\nde Aviaci\u00f3n, de Port Moresby, en el cual se re\u00fanen los esfuerzos del gobierno\nde Pap\u00faa-Nueva Guinea con el de los otros pa\u00edses beligerantes en la llamada \u201cguerra\ndel Pac\u00edfico. (ver Cronolog\u00eda). Este museo contin\u00faa la labor que por veinte\na\u00f1os realizaron la Fuerza A\u00e9rea Australiana con la estadounidense Graves\nRegistration, para ubicar restos de hombres y aparatos perdidos o abandonados. <\/p>\n\n\n\n Luego de recorrer Pap\u00faa-Nueva\nGuinea -cuya geograf\u00eda f\u00edsica y humana rompe todos los moldes-, no resulta\nincre\u00edble que a\u00fan haya miles de muertos que combaten contra el olvido,\nreducidos a polvo h\u00famedo. Ni que una inmensa flota de bombarderos, intactos o\nhechos a\u00f1icos, se encuentre dispersa por este enorme vecindario oce\u00e1nico.<\/p>\n\n\n\n Gracias a la b\u00fasqueda sistem\u00e1tica, y\notro poco al azar, muchos de ellos forman hoy un gran museo abierto igualmente\ndisperso. Tanques, ca\u00f1ones que apuntan a las estrellas, aviones de m\u00faltiples\nor\u00edgenes y formas, camiones militares japoneses (algunos con sus neum\u00e1ticos de\ncaucho bien conservados), y toneladas de municiones tan mort\u00edferas ayer como\nanacr\u00f3nicas hoy. <\/p>\n\n\n\n CEMENTERIOS Y REFLEXIONES <\/p>\n\n\n\n Elocuentes son las fotos de estas\np\u00e1ginas. En algunos casos los artefactos de muerte est\u00e1n hoy en el centro de un\nparque lleno de vida. Otros siguen semicultos por la jungla, pero registrados y\nprolijamente descritos. Hay tanques gigantes -como en Nueva Irlanda, de las\nislas Bismarck-, que los japoneses abandonaron sobre los roquer\u00edos de coral, en\nla playa de Panapae, y siguen aqu\u00ed con sus fierros hirsutos. Parecen todav\u00eda\ndispuestos a arrastrarse ruidosamente por la playa, abriendo fuego. <\/p>\n\n\n\n Tras dejar Varirata, el gu\u00eda papuano me\nlleva al cementerio de guerra -uno de los tantos en la regi\u00f3n-, situado cerca\nde Port Moresby. Es el Cementerio de Guerra de Bomana. Miles de tumbas, todas\ncon la misma l\u00e1pida blanca, rigurosamente alineadas -como si a\u00fan marcharan-,\nque dejan al visitante absorto en sus reflexiones. <\/p>\n\n\n\n Cada l\u00e1pida, un nombre; cada nombre, un\nsacrificio; cada sacrificio, una interrogante sin respuesta.<\/p>\n\n\n\n OTRO BUIN PARA RECORDAR <\/strong><\/p>\n\n\n\n Los enemigos contra los cuales\nse luch\u00f3 sanguinariamente son ahora buenos amigos. Esa naci\u00f3n insular\nsupuestamente condenada a la ruina, con su milenario orgullo \u201caniquilado\u201d, lo\nconserva intacto, y ocupa el tercer lugar entre, las potencias del mundo por su\nproducto nacional bruto. Malos y buenos son homenajeados ahora en los mismos\nlugares. As\u00ed ocurre, por ejemplo, en Kahili, en la isla de Bougainville. Y\njunto a Kahili se encuentra un lugar universalmente famoso: Buin. En Buin muri\u00f3\nel almirante Yamamoto, responsable de Pearl Harbor y arquitecto del poder\u00edo\nnaval japon\u00e9s. Fue abatido, en una emboscada, por un joven piloto\nestadounidense. Sobre la misma tierra donde hoy se le rinde homenaje -a\u00fan es\nposible ver el fuselaje de su bombardero, con su cola enhiesta-, hay cruces,\ntablillas y monolitos con inscripciones en japon\u00e9s. <\/p>\n\n\n\n Los japoneses llegan por estos\nd\u00edas a todas estas islas. Turistas millonarios, en viajes sentimentales,\nbuscando la huella de sus hermanos, de sus padres y otros de sus mayores que\ncayeron o desaparecieron aqu\u00ed. Y nadie los recibe con sonrisas a medias ni\nmenos con odio. Por el contrario, hay una cierta gratitud. De ninguna otra\nnaci\u00f3n llegan regularmente tantos turistas,\nque dejan d\u00f3lares en fajos, humedecidos a veces por l\u00e1grimas.<\/p>\n\n\n\n Nueva Guinea y casi todas las\npeque\u00f1as islas de este gran vecindario del Pacifico fueron ocupadas total o\nparcialmente por el Jap\u00f3n, en la primera etapa del conflicto, y luego\nreconquistadas por los aliados.<\/p>\n\n\n\n Dicho as\u00ed, parece simple y casi indoloro. SINOPSIS DEL INFIERNO <\/strong><\/p>\n\n\n\n Es el 20 de junio de 1943.\nComienza el ataque aliado a la isla Nueva Georgia. Cinco mil japoneses se\nhallan ocultos en la jungla, disimulando su presencia, inm\u00f3viles por horas, con\nsus armas listas para disparar. El avance aliado es una sinopsis del infierno.\nCae la noche y los j\u00f3venes soldados estadounidenses se ven envueltos por ruidos\nconfusos, carcajadas, gru\u00f1idos. No saben bien qu\u00e9 es. Las ramas de los \u00e1rboles\nse mueven sin viento. A las tres de la madrugada nadie logra dormir; todos los\ndedos est\u00e1n sobre los gatillos.<\/p>\n\n\n\n Un ruido \u00e1spero confunde a un\ncentinela y se desata un intercambio de metralla y granadas, que despedazan en\nmedio de aullidos de dolor.<\/p>\n\n\n\n Los dos grupos que se enfrentan son estadounidenses\u2026\n<\/p>\n\n\n\n Tanques que llegan en apoyo se hunden al\natravesar los barriales producidos por la lluvia tropical, hasta desaparecer\npara siempre, como grotescos submarinos ciegos. En medio de la tensi\u00f3n se\nescuchan explosiones extra\u00f1as. Son las burbujas producidas por el gas de los\npantanos que revientan, que enervan. La neurosis de combate obliga a evacuar a\n336 soldados. Pero, finalmente, usando bulldozers<\/em>\ny lanzallamas, los estadounidenses logran avanzar dejando mil muertos propios\nen el camino, y unos dos mil heridos. <\/p>\n\n\n\n Cincuenta mil norteamericanos\nlucharon contra cinco mil japoneses, hasta a aplastarlos o ahuyentarlos. <\/p>\n\n\n\n VERBO SIN CONJUGAR <\/strong><\/p>\n\n\n\n Y en el territorio de Nueva Guinea,\ncerca de Lae -ciudad que conoc\u00ed muy pacifica hace poco tiempo-, los japoneses y\nocupantes retroceden luego de una inteligente estrategia australiana. Los\ndolores quedan descritos en diarios de algunos combatientes nipones: <\/p>\n\n\n\n \u201cMe siento como un trozo de\nalgod\u00f3n… Quiero morir… Muchos caen por el camino, y fallecen de hambre…\nSomos atacados constantemente por el paludismo, los mosquitos, los insectos\nvenenosos. .. El ej\u00e9rcito japon\u00e9s avanza en auto o bicicleta, \u00a1qu\u00e9 broma! …Ya\nno hay razones… Vivimos de ra\u00edces y cortezas\u201d. <\/em><\/em><\/p>\n\n\n\n Y los marines<\/em> avanzan \u201ccon el barro\nhasta los sobacos<\/em>\u201d, y se ven obligados a dormir sentados, con sus armas\ncolgando de los \u00e1rboles. Es una zona donde muchos hombres primitivos viven una\ntranquila antropofagia. Mientras tanto, en Biak, los estadounidenses s\u00f3lo consiguen hacer prisioneros a 220 de 10\nmil japoneses que combaten. El resto muere luchando, escogen el suicidio o la\nmuerte por hambre en la jungla. <\/p>\n\n\n\n En Kwajalein, el mayor atol\u00f3n del\nplaneta, caen muertos 8.675 japoneses y 272 estadounidenses. De los 265\nprisioneros, dos tercios son coreanos y el resto, heridos graves, japoneses. <\/p>\n\n\n\n Rendirse no es verbo f\u00e1cil de\nconjugar en japon\u00e9s. La vida sin honor vale menos que un comino. El almirante\nEndo, petrificado de humillaci\u00f3n por una derrota previsible, viste su uniforme\nde gala, penetra a los montes C\u00edclopes y deja que sus huellas se pierdan para\nsiempre. <\/p>\n\n\n\n Hasta hoy.<\/p>\n\n\n\n Y el gran jefe Saito, luego de\nser derrotado en Saip\u00e1n, corta con su sable una arteria de su mu\u00f1eca izquierda\ny luego le pide a su ayudante que lo remate con una pistola.<\/p>\n\n\n\n –Como usted ordene, se\u00f1or<\/em>.<\/p>\n\n\n\n LA CRUELDAD SIN BANDERA<\/strong><\/p>\n\n\n\n No s\u00f3lo el orgullo identifica el\ncar\u00e1cter japon\u00e9s. Tambi\u00e9n su valor y sagacidad. En la isla de Kiska, una de las\nAleutianas ocupadas por ellos, los estadounidenses lanzan mil obuses navales\n-de calibre m\u00e1ximo- antes de invadir. Quieren hacer a\u00f1icos la moral de sus\nfanatizados adversarios del Imperio.<\/p>\n\n\n\n Los japoneses hab\u00edan evacuado\nKiska algunas horas antes… <\/p>\n\n\n\n Y en una de las islas Salom\u00f3n\n-la historia de esta guerra parece un rompecabezas geogr\u00e1fico- aviones aliados\nde reconocimiento ven una ma\u00f1ana que en pocas horas ha aparecido una base a\u00e9rea\njaponesa completa. Quedan estupefactos. La hab\u00edan construido en varias semanas,\npero oculta bajo una enorme red, sobre la cual discurrieron colocar un falso\nbosque de palmeras. <\/p>\n\n\n\n Pero sagaces y valientes, los nipones\nser\u00edan aplastados en todos los frentes, metro a metro, por un adversario que\nun\u00eda a esas mismas cualidades una superioridad imbatible. Ten\u00eda cinco veces m\u00e1s\nhombres y armas. <\/p>\n\n\n\n \u201cHay algo pat\u00e9tico y, al mismo tiempo,\nuna justicia exaltante en ese castigo de un adversario que fue tan orgulloso en\nla embriaguez de sus triunfos y tan cruel en sus conquistas<\/em>\u201d, escribi\u00f3 m\u00e1s tarde el gran Raymond\nCartier, ese severo periodista franc\u00e9s pro estadounidense. <\/p>\n\n\n\n PARA TERMINAR <\/strong><\/p>\n\n\n\n Hiroshima y Nagasaki har\u00edan que la\ncrueldad cambiara de bando. \u201cNambajani\u201d -b\u00e1rbaros del sur- llamaron algunos\njaponeses a los estadounidenses.\u2028<\/p>\n\n\n\n \u00bfValdr\u00e1 la pena establecer qui\u00e9n tiene\nraz\u00f3n? \u00bfO un poco m\u00e1s de raz\u00f3n?<\/p>\n\n\n\n Este suelo boscoso de Nueva Guinea es\nhoy una enorme tumba abierta por culpa de algunos que creyeron estar en la\nraz\u00f3n. Durante la segunda guerra, en todos los frentes, murieron 16 millones de\nseres humanos, cada uno con su dios y sus ideas. Y s\u00f3lo Estados Unidos y Gran\nBreta\u00f1a gastaron en conjunto 650 mil millones de d\u00f3lares.<\/p>\n\n\n\n Hay casos en que no vale la pena tener\nla raz\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n \u00bfEs que los japoneses eran santos acaso?<\/p>\n\n\n\n Hombres como todos. O quiz\u00e1s mejores que otros en su organizaci\u00f3n social. Tokio, una ciudad de quince millones considerando sus alrededores, es hoy la m\u00e1s segura entre las metr\u00f3polis del mundo, de d\u00eda y de noche. No es un argumento irrebatible, pero vale la pena recordarlo. Especialmente ahora en presencia de estos restos dram\u00e1ticos de la guerra que a\u00fan nos obligan a reflexionar. <\/p>\n\n\n\n 1941<\/strong><\/p>\n\n\n\n Dic. 7. Jap\u00f3n ataca por sorpresa base estadounidense en Pearl Harbor, Haw\u00e1i. Hace lo mismo con las Filipinas y fuerzas brit\u00e1nicas en Hong Kong y malasia. 1942<\/strong> 1943 <\/strong> 1944<\/strong> 1945 <\/strong> Es apenas un mont\u00f3n de chatarra oculta entre los \u00e1rboles robustos de la […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":3716,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[49,82],"tags":[59],"class_list":["post-3713","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-oceania","category-papua-nueva-guinea","tag-revista-del-domingo-de-el-mercurio"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3713","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=3713"}],"version-history":[{"count":4,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3713\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":5710,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3713\/revisions\/5710"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/media\/3716"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=3713"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=3713"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=3713"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\u00bfY si se dijera de otro modo?
Probemos. <\/p>\n\n\n\nCRONOLOGIA DE LA GUERRA DEL\nPACIFICO – 1941 \u2013 1945<\/h4>\n\n\n\n
Dic. 8. Estados Unidos y Gran Breta\u00f1a declaran la guerra al Jap\u00f3n. Fuerzas navales niponas atacan Guam y la isla Wake.
Dic. 10. Un acorazado y un crucero brit\u00e1nicos hundidos por japoneses frente a la costa malaya.
Dic. 11. Alemania e Italia declaran la guerra a Estados Unidos.
Dic. 21. Jap\u00f3n y Tailandia firman tratado de alianza por diez a\u00f1os. Poco despu\u00e9s, el Reino de Tailandia declara la guerra a Estados Unidos y el Reino Unido.
Dic. 25. Brit\u00e1nicos se rinden ante los japoneses en Hong Kong.<\/p>\n\n\n\n
Ene. 2 al 11. Japoneses inician captura de Manila, Cavite, Indias Orientales Holandesas (caen \u00e9stas en marzo).
Feb. 15. Jap\u00f3n captura Singapur, por tierra, y hace 60 mil prisioneros.
Feb. 27. Comienza batalla del Mar de Java, en la que las potencias aliadas sufren derrota.
Mar. 7. Ingleses evac\u00faan Rang\u00fan y japoneses ocupan Birmania.
Mar. 9. Java queda completamente conquistada por Jap\u00f3n. Comienza a actuar MacArthur, por Estados Unidos, y detiene avance japon\u00e9s que amenaza a Australia. En la jungla de Nueva Guinea se congela ese avance nip\u00f3n.
May. 7. Batalla del Mar de Coral. Se frustran planes japoneses de tomar Australia. Aviones y buques aliados destruyen 100 mil toneladas de buques nipones entre las islas Salom\u00f3n y Nueva Guinea..
Jun. 4. Se inicia la batalla de Midway, entre fuerzas japonesas que atacaron esa isla, y las unidades navales y a\u00e9reas estadounidenses. Fuerza japonesa es dispersada el d\u00eda 7.
Jun. 12. Contin\u00faa la expansi\u00f3n japonesa con la toma de nuevas islas del Pac\u00edfico. <\/p>\n\n\n\n
Jul. 1. Despu\u00e9s de una larga serie de combates, con p\u00e9rdidas, avances y retrocesos por ambos lados, comienzan los aliados una ofensiva concentrada en el Pacifico Sur. Participan estadounidenses, brit\u00e1nicos, australianos, guineanos y otros. La proporci\u00f3n de tropas y armamentos favorec\u00eda a los aliados sobre el Jap\u00f3n en proporci\u00f3n de cinco a uno (y en un m\u00ednimo de dos a uno), durante toda la guerra en el Pac\u00edfico.
Ago. 7. Los aliados toman la isla Nueva Georgia.
Sep. Sitiados los japoneses en Lae, costa de Nueva Guinea, importante base de los orientales.
Oct. 31. Desembarco aliado en Bougainville.
Nov. 22. Aplastada la resistencia japonesa en islas Gilbert.<\/p>\n\n\n\n
Feb. 2. Invasi\u00f3n de las islas Marshall.
Feb. 6. Conquista del atol\u00f3n de Kwajalein por tropas estadounidenses.
Jun. 16. Invadidas las Marianas por los aliados, y las fortalezas volantes estadounidenses atacan una isla del archipi\u00e9lago japon\u00e9s, inici\u00e1ndose ya una campa\u00f1a de ataques a ciudades niponas -Hiroshima, Nagasaki-, que concluye con la capitulaci\u00f3n inevitable el 2 de septiembre de 1945.
Ago. 11. Reconquista de Guam.Japoneses se retiran a Birmania.
Sep. 14. Fuerzas de MacArthur inician campa\u00f1a de reconquista de las Filipinas.
Nov. 26. Siguen derrotas japonesas y comienza nueva fase en la guerra. Bombarderos B-29, que operan desde las Marianas, inician ataques sobre el Jap\u00f3n. <\/p>\n\n\n\n
Feb. 19 a Mar. 17. Batalla de Iwo Jima, que cuesta casi 20 mil bajas a Estados Unidos, le permite conquistar una base a 1.380 kil\u00f3metros de Yokohama.
Mar. 21. Portaaviones estadounidenses penetran en aguas japonesas, da\u00f1an quince barcos y destruyen 475 aviones nipones.
Mar. 21. Comienza invasi\u00f3n de Okinawa, que termina en junio. Los aliados conquistan una base a\u00e9rea distante solo 600 kil\u00f3metros de las ciudades japonesas. Moral nipona en retroceso.
Mayo a Agosto. La mayor ofensiva a\u00e9rea de la historia universal. En un solo mes, caen 40 mil toneladas de bombas sobre centros industriales japoneses. Queda destruida o inmovilizada su armada y cortadas las comunicaciones del archipi\u00e9lago, mediante ataques a\u00e9reos, submarinos y campos minados. Al rendirse Alemania (mayo), los aliados vuelcan sus fuerzas en el Pac\u00edfico.
Ago. 6. Bomba at\u00f3mica lanzada por un avi\u00f3n de los Estados Unidos, llamado \u201cel mensajero de la muerte\u201d por la revista NGM, pilotado por el joven coronel Paul W. Tibbets, causa horror en Hiroshima, y un estremecimiento en el planeta. Mueren 140.000 japoneses.
Ago. 8. La Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica, que se hab\u00eda mantenido al margen de este conflicto en el Pac\u00edfico, declara la guerra al Jap\u00f3n y comienza a invadir Manchuria.
Ago. 9. Bomba at\u00f3mica lanzada por avi\u00f3n de Estados Unidos sobre Nagasaki. Instant\u00e1neamente mueren 70.000 japoneses y varios miles en los d\u00edas siguientes.
Ago. 10. Gobierno nip\u00f3n se decide a presentar una oferta de rendici\u00f3n, que es aceptada por los aliados s\u00f3lo cuatro d\u00edas m\u00e1s tarde.
Ago. 26. Fuerzas de ocupaci\u00f3n estadounidenses desembarcan en Jap\u00f3n.
Sep. 2. Civiles y militares japoneses firman la capitulaci\u00f3n a bordo del acorazado Missouri, en la bah\u00eda de Tokio.
Termina la Segunda Guerra Mundial<\/strong>. <\/p>\n\n\n\nVer texto publicado en revista en formato PDF<\/em><\/small>\n\n\nAqui-esta-desde-la-2-guerra<\/a>\n