\u201cHay algo que\ndeber\u00edamos saber antes de llegar: Angkor, fue la capital de una especie de\nImperio Romano del Sudeste Asi\u00e1tico\u201d, dice nuestro viejo acompa\u00f1ante camboyano.\nAdvierte que si lo olvidamos jam\u00e1s entenderemos el asombro que nos produce por\nsu arte monumental dedicado a Shiv\u00e1, a Buda, y por sus templos atrapados por la\nselva. Eso la tiene convertida en uno de los primeros destinos tur\u00edsticos del\nSudeste Asi\u00e1tico. Tambi\u00e9n debemos tratar de saber por qu\u00e9 fue abandonada. Pero\npor mucho que le preguntemos, el anciano se niega a dar una respuesta segura.\n\u201cSigue siendo un misterio\u201d. <\/p>\n\n\n\n
Sesenta a\u00f1os\nantes que Col\u00f3n y los primeros navegantes europeos desembarcaran en Am\u00e9rica,\nesta ciudad milenaria del pueblo jemer ya hab\u00eda sido deshabitada. Todos se\nfueron para siempre, a pesar de tener el lago de agua dulce m\u00e1s grande de Asia,\nuna bendici\u00f3n para la siembra de arroz. Nadie sabe por qu\u00e9 en 1432 la capital fue\ninstalada a m\u00e1s de 300 kil\u00f3metros, en Phnom Penh, donde est\u00e1 hoy. <\/p>\n\n\n\n
Angkor pas\u00f3 a\nla historia. Unos cuantos monjes budistas se ocuparon de habitar y mantener su\nmonasterio principal, que es el recinto religioso m\u00e1s grande hecho por el\nhombre. El resto de las construcciones imperiales fueron vaciadas y luego\ninvadidas por la selva y los animales silvestres, durante casi cinco siglos. En\nuno de sus espacios m\u00e1s admirables, Ta Prohm, todo sigue igual, salvo por\nalgunas limpiezas m\u00ednimas, para que el visitante pueda ver c\u00f3mo las poderosas\nra\u00edces agobiaron y encorvaron edificios de piedra (ver recuadro). Estas ra\u00edces\nfueron las protagonistas m\u00e1s recordables de la pel\u00edcula Tomb Raider<\/em>, filmada en Angkor, con Angelina Jolie. Y otras\npel\u00edculas de gusto masivo tambi\u00e9n han transmitido al mundo el estremecimiento que\nproduce al hombre la amenaza de la selva invasora. Pero pocos viajeros pod\u00edan\nllegar a estos lugares. Las convulsiones internas, especialmente el r\u00e9gimen del\nJemer Rojo y luego su guerrilla, hicieron extremadamente peligroso, si no\nimposible, recorrer Angkor y sus alrededores. <\/p>\n\n\n\n El siglo 21 ha\ntra\u00eddo la tranquilidad suficiente, y ahora podemos ver que los turistas suben\ncomo hilera de hormigas por las torres de Angkor. Y el sector de las ra\u00edces\ngigantes es fotografiado como si fuera la Fontana di Trevi. Este conjunto de\ntemplos y monasterios es hoy uno de los grandes destinos tur\u00edsticos de Asia y\nel mundo. Quien esto escribe se inscribe en la mayor\u00eda que llega a Angkor sin\ntener claro que en el \u00e1rea bajo ese nombre no hay una sino tres capitales\nsucesivas del poderoso mundo jemer. Este pueblo, \u201cmaravilla y azote de\nOriente\u201d, levant\u00f3 su imperio sobre casi todo el Sudeste Asi\u00e1tico continental:\nparte de los territorios de Camboya, Vietnam, Tailandia y Laos, m\u00e1s sectores de\nBirmania y Malasia (802-1432). Para conquistar, utilizaba\nguerreros montados en miles de elefantes, que oscurec\u00edan el sol al avanzar por\ncaminos de tierra. Templos, palacios y portentosas obras hidr\u00e1ulicas y de\ncaminos fueron hechos con ayuda de mano esclava de las tribus vencidas. <\/p>\n\n\n\n En estos\nprimeros d\u00edas del 2013 se ve a Camboya como uno de los destinos de viaje que\ndejan el esp\u00edritu ardiendo. Las razones son arqueol\u00f3gicas, art\u00edsticas,\nreligiosas, hist\u00f3ricas y culturales, especialmente por la Ciudad Sagrada de\nAngkor y otros lugares pr\u00f3ximos a la acogedora ciudad hotelera de Siem Reap, donde\naterrizamos ayer en vuelo de una hora\ndesde la vietnamita Saig\u00f3n, hoy Ho Chi Minh City. <\/p>\n\n\n\n Siempre hemos cre\u00eddo\nque pisar Angkor, y especialmente el sector de Ta Prohm, con sus templos\nagobiados por ra\u00edces descomunales, pod\u00eda sentirse como la cumbre de la aventura\nde viajar, ser\u00eda como llegar a un reino de otros mundos. Este estremecedor\nescenario de grandes religiones, que habla de las precariedad de las glorias\nhumanas, explica bien la emoci\u00f3n que estamos sintiendo. Hay situaciones que nos\ndejan sin palabras. Angkor nos deja sin voz. <\/p>\n\n\n\n Dotados de una\nbelleza casi irreal, los templos que tengo al frente parecen descomunales corales\nmuertos. Sus monumentos \u201ctal vez sean los m\u00e1s grandiosos, m\u00e1s importantes y de\nmayor perfecci\u00f3n art\u00edstica que nos ha legado la historia\u201d, dijo el cient\u00edfico\nHenri Mouhot, un franc\u00e9s que los redescubri\u00f3 en el siglo 19. \u00bfPudo dejarse llevar\npor el entusiasmo? Claro. C\u00f3mo no entusiasmarse. Mientras Europa constru\u00eda sus\nsimples iglesias rom\u00e1nicas, en Angkor se dejaba ver ya una de las m\u00e1s m\u00e1s\nadmirables expresiones de la creatividad humana. Su obra maestra la visitamos a\nuna hora de aqu\u00ed. Es la llamada Ciudadela de las Mujeres o Banteay Srei, templo\ndelicioso levantado y decorado antes del a\u00f1o 1.000 (ver recuadro). <\/p>\n\n\n\n Estamos a 8\nkil\u00f3metros al Norte de Siem Reap, en la llamada Ciudad Sagrada de Angkor Vat,\nque fuera la segunda capital de Angkor. Se encuentra completamente rodeada de\nun foso de 150 metros de ancho, lleno de agua, antes habitado por cocodrilos.\nEl sol nos sofoca, pero tambi\u00e9n enciende la tarde iluminando como nunca sus\nconstrucciones ojivales, las gopuras, o puertas-torres, inspiradas en el\ncapullo del loto, flores que abundan en un viejo estanque que tenemos al\nfrente. En sus aguas se reflejan las torres, las mismas cinco con las que habitualmente\nse simboliza el mito oriental del ombligo del mundo, el monte Meru, que algunos\nimaginan parte de los Himalaya. Estas construcciones hinduistas, cuyo perfil\nluce hoy la bandera nacional de Camboya, son el n\u00facleo de la segunda capital\njemer. <\/p>\n\n\n\n La tercera, Angkor\nThom, mucho m\u00e1s extensa, no est\u00e1 \ninspirada en el hinduismo, sino en el budismo. Se encuentra a unos\nminutos de caminata desde la ciudad anterior. Fue la \u00faltima metr\u00f3poli jemer en\nla regi\u00f3n de Angkor, abandonada poco antes de la fatiga definitiva del imperio.\nEn el centro de ella se encuentra Bay\u00f3n, y su medio centenar de grandes torres\ncon cuatro enormes caras, iguales, pero de gesto diferente, que miran a los\ncuatro puntos cardinales. Supuestamente, estaban destinadas a vigilar al pueblo\ny a detectar enemigos ocultos. Todas esas caras de piedra \u201ctranspiran poder y\ncontrol con una chispa de humanidad.\u201d Ellas representan, supuestamente, al\nemperador de entonces, el dios-rey Jayavarman VII, el mayor creador de templos\ny palacios del imperio. Otros sostienen que no se trata del emperador mismo,\nsino de su expresi\u00f3n religiosa, Bodhisattva Lokeshvara, dios budista de la\ncompasi\u00f3n. <\/p>\n\n\n\n Junto a su entrada\noriental descubrimos la impresionante Terraza de los Elefantes, con muchas\nim\u00e1genes de esos animales, donde el rey-dios recib\u00eda con bailarinas a sus soldados\nen la Puerta de la Victoria. Un diplom\u00e1tico chino describi\u00f3 en 1296 un desfile\nreal en este lugar: \u201c\u2026Despu\u00e9s de los\nministros y pr\u00edncipes montados sobre elefantes, y delante de ellos se pueden\nver innumerables paraguas rojos. After them come the wives and concubines of\nthe king, in palanquins, carriages, on horseback and on elephants.<\/em> Vienen luego las esposas y\nconcubinas del rey, en palanquines, en carros, a caballo y en elefantes.They have more than one hundred parasols,\nflecked with gold.<\/em> Llevan m\u00e1s de un centenar de sombrillas\nsalpicadas de oro.<\/em> Behind them\ncomes the sovereign, standing on an elephant, holding his sacred sword in his\nhand.<\/em> Detr\u00e1s de ellas aparece el soberano, de pie sobre un\nelefante, sosteniendo su espada sagrada en la mano.The elephant’s tusks are encased in gold.<\/em> Los colmillos de los animales est\u00e1n recubiertos en oro\u201d.<\/em> <\/p>\n\n\n\n Angkor Thom tuvo una corte tan rica como la de antigua Babilonia. Pero, como ocurre en todo el territorio de\nAngkor, no podremos ver nada de los palacios reales ni menos de las casas del\nhombre com\u00fan. Todo edificio no religioso ha desaparecido por la precariedad de\nlos materiales con que fueron construidos. S\u00f3lo los dioses ten\u00edan derecho a\nvivir en palacios s\u00f3lidos, y ellos son los que hoy forman esta selva labrada en\npiedra. De c\u00f3mo viv\u00eda el hombre com\u00fan s\u00f3lo lo sabemos por grabados en la\npiedra. Tambi\u00e9n sobreviven mil im\u00e1genes de sus dioses, las que en verdad eran\nmucho m\u00e1s que im\u00e1genes. Para los jemeres no eran simplemente s\u00edmbolos divinos,\nno eran una representaci\u00f3n de los dioses: eran los dioses mismos. Da\u00f1arlas era\npeor que un sacrilegio. Por eso, muchas han sobrevivido.<\/p>\n\n\n\n Al final del recorrido, despu\u00e9s de unos minutos en\nveh\u00edculo a motor, llegamos a lo que fue la primera capital del Imperio de Angkor, por 12 a\u00f1os (877-889). Hoy se le\nconoce como el Grupo Arqueol\u00f3gico de Roulos. Parece un ensayo, un Angkor en\npeque\u00f1a escala y m\u00e1s r\u00fastico, que nos permite entender la evoluci\u00f3n del arte y\nla arquitectura en esta regi\u00f3n de Asia, y ser testigos del nacimiento del arte\ncl\u00e1sico camboyano. <\/p>\n\n\n\n Avanzamos por Angkor junto\nal viejo gu\u00eda jemer en completo silencio, tratando de entender. El anciano nos dice\nque no existir\u00eda nada de lo que hemos visto de no mediar la fuerza espiritual y\npol\u00edtica del budismo y el hinduismo. Nos mira con satisfacci\u00f3n al afirmar: \u201cE<\/em>l pasado\ny el presente tambi\u00e9n coexisten aqu\u00ed. Lo que vemos en las piedras se halla\nintacto en nosotros\u201d.<\/em> El budismo comparte honores con el animismo\nhinduista. Ambas creencias se funden en algunos lugares, ya\nque un rey hinduista fue sucedido por otro budista, quien modific\u00f3 el registro\nespiritual del imperio. Sin embargo, ambas religiones suelen coincidir hoy en\nciertas im\u00e1genes y creencias, tal como ocurriera con el espiritismo ind\u00edgena\namericano al serle impuesta una religi\u00f3n cristiana. Las serpientes nagas, por ejemplo, son hoy tan propias de la mitolog\u00eda\nbudista como de la hind\u00fa. En el ingreso a Angkor Vat nos dan la bienvenida representaciones\nde las nagas en el borde de las pasarelas. Son de proporciones gigantescas, con muchas cabezas, como la hidra\ngriega.<\/p>\n\n\n\n Hace m\u00e1s de 700\na\u00f1os, Zhou Daguan, diplom\u00e1tico y gran viajero chino, se qued\u00f3 11 meses pegado\nen Angkor Thom, atra\u00eddo por la clase de vida que llevaban los jemeres, y no\ns\u00f3lo por sus desfiles reales (descritos por \u00e9l l\u00edneas arriba). Cuenta que las\nmujeres dispon\u00edan de bastante libertad sexual, que se ba\u00f1aban desnudas, por\ngrupos, en los r\u00edos, incluyendo las bellas jovencitas de palacio. Los marinos\nde su barco, inquietos, sol\u00edan tirarse irreflexivamente al agua en busca de\nalg\u00fan contacto. Si los maridos estaban m\u00e1s de 10 d\u00edas ausentes, las mujeres se\nsent\u00edan con libertad para buscar el sustituto adecuado. <\/p>\n\n\n\n En tierra,\nellas andaban siempre desnudas de la cintura para arriba, como las ninfas\nacu\u00e1ticas hind\u00faes, las apsar\u00e1s<\/em>,\ngrabadas por miles en estos templos. Ninguna apsar\u00e1<\/em> es igual a otra, pero a menudo se parecen a las sonrientes\ncamboyanas del 2013: ojos suavemente oblicuos, lindas sonrisas, cuerpos leves\nbien formados, y bocas con cierta expresi\u00f3n de inocencia sospechosa. <\/p>\n\n\n\n En el informe a\nsu emperador, este diplom\u00e1tico de 30 a\u00f1os dijo que en Angkor \u201cel arroz es f\u00e1cil\nde ganar; las mujeres, f\u00e1ciles de conseguir; las casas, f\u00e1ciles de administrar,\ny los negocios, f\u00e1ciles de llevar\u201d. <\/p>\n\n\n\n \u201cUna vida\nf\u00e1cil\u201d, nos dice el viejo gu\u00eda, bajando la voz. Tal vez siente que fue la\nresponsable de que un d\u00eda Angkor no pudiera evitar las invasiones, las derrotas\nmilitares, la sublevaci\u00f3n de los esclavos o el fracaso de los sistemas\nhidr\u00e1ulicos en los que basaba su vida econ\u00f3mica. \u00bfPodemos ver en ella la\nprincipal causa de su desmoronamiento un siglo m\u00e1s tarde? Seguramente no fue una sola raz\u00f3n. Sus dioses\nse habr\u00e1n encargado de cegarlos para que cometieran errores en cadena. <\/p>\n\n\n\n Al ver lo\nsucedido con Angkor, y tantos poderosos imperios de ayer, el anciano, acompa\u00f1ando sus palabras con un gesto\ncansado, dice que no es prudente mirar con optimismo el futuro de los imperios\necon\u00f3micos de hoy. Los chinos lo saben mejor que nadie, advierte. Son sabios en\nel arte de esperar.<\/p>\n\n\n\n Ta Prohm<\/p>\n\n\n\n Dentro del gran complejo de Angkor, quiz\u00e1 el m\u00e1s\nconocido y sugerente espacio es el monasterio real de Ta Prohm, atrapado por\ngigantescas ra\u00edces a\u00e9reas. Su imagen de abandono es en verdad una verdad a\nmedias. Cuando en el siglo 19 los franceses decidieron limpiar los innumerables\ntemplos de Angkor invadidos por la vegetaci\u00f3n, optaron por dejar a Ta Prohm en\nel estado como le encontraron. Les bast\u00f3 alguna m\u00ednima limpieza, poda, tala y\nrestauraci\u00f3n, para que el visitante moderno pudiera experimentar lo que ellos\nsintieron. <\/p>\n\n\n\n En Ta Prohm, durante el siglo 12 vivieron unas 13\nmil personas, la mayor\u00eda monjes budistas. La imagen que dominaba el templo era\nla de la diosa de la sabidur\u00eda, Prajnaparamita, cuyo rostro se hab\u00eda esculpido con\nlos rasgos de la madre del rey-dios Jayavarman VII. El recinto ten\u00eda 1.000\nmetros de largo y 600 de ancho, y era ocupado principalmente por viviendas de\nmadera, que ya no existen. Dentro de este rect\u00e1ngulo amurallado hab\u00eda otros\ncuatro recintos, uno dentro del otro, hasta llegar al coraz\u00f3n, que ten\u00eda un\nmuro de s\u00f3lo 30 metros por 30. Cada uno de estos recintos estaba unido con sus\nvecinos por puerta-columnas con cuatro caras, siguiendo el estilo Bayon, propio\nde la \u00faltima capital, Angkor Thom. <\/p>\n\n\n\n Durante 500 a\u00f1os de abandono Ta Prohm fue colonizado\npor \u00e1rboles con gigantescas ra\u00edces a\u00e9reas. Ceibas, ficus baniano y en especial\npor gigantescos tetrameles nudiflora<\/em>\n(spung<\/em>), que con sus poderosas ra\u00edces\np\u00e1lidas agobian y encorvan los edificios de piedra. <\/p>\n\n\n\n Estos \u00e1rboles montados sobre los tejados sorprenden, pero el proceso fue\nmuy simple: semillas de tetrameles y ficus cayeron sobre los techos de templos,\ngaler\u00edas y gruesos muros divisorios, y sobre ellos germinaron. Luego sus ra\u00edces\na\u00e9reas buscaron a ciegas el agua de la tierra, en todas direcciones. Por\nsiglos, las ra\u00edces han engrosado hasta ser hoy enormes pulpos vegetales o\nracimos de ra\u00edces m\u00e1s delgadas. Los edificios parecen amenazados de muerte. Se\ncree, sin embargo, que en la mayor\u00eda de los casos esas ra\u00edces ayudan a\nmantenerlos en pie. Efectivamente, rompen las juntas que sustentan las\nconstrucciones, pero a la vez sirven de uni\u00f3n entre ellas, impidiendo que se\nderrumben. Cubren techos, portadas, columnas y relieves. Con la complicidad de\nlas lianas, se cierran muchas puertas y ventanas. En estas celdas con barrotes\nde madera viva parecen estar recluidos los dioses.<\/p>\n\n\n\n Banteay Srei<\/p>\n\n\n\n Este templo hinduista, consagrado a Vishn\u00fa hace m\u00e1s de un milenio, fue reabierto\nal turismo en 1998. Antes, las pocas visitas deb\u00edan ser expresamente\nautorizadas y requer\u00edan escolta armada. Nuestro\nacompa\u00f1ante camboyano nos explica que el \u00e1rea estuvo controlada por la\nsangrienta guerrilla del Jemer Rojo hasta a\u00f1os recientes. Ahora se puede\nvisitar sin riesgo, y es considerado la joya de la corona en Angkor. Joya de\npiedra intensamente roja, de peque\u00f1o tama\u00f1o. Cuando fue consagrado el a\u00f1o 967\nten\u00eda un refinamiento insuperable. Por su delicadeza, uno no sabe si es obra de\narquitectos o de joyeros, ni donde termina la arquitectura y empieza la\nescultura. Su belleza emociona. Por esos a\u00f1os, Europa viv\u00eda el moz\u00e1rabe, el\ncarolingio, el pre rom\u00e1nico, y lo mejor que ellos produc\u00edan \u201cparecen\nbalbuceos b\u00e1rbaros\u201d al lado de la decoraciones, relieves y soluciones\narquitect\u00f3nicas de este templo. Su nombre, que significa Ciudadela de las\nMujeres (aunque se trata de un templo), se explica por la exquisitez femenina\ndel conjunto y la presencia en las fachadas de las divinidades protectoras\nllamadas devatas <\/em>yde sensuales bailarinas jemer, las apsar\u00e1s<\/em>, de pecho lleno y desnudo. <\/p>\n\n\n\n Su valor\nart\u00edstico fuera de serie y su alta cotizaci\u00f3n econ\u00f3mica entre traficantes de\nantig\u00fcedades, tent\u00f3 a un joven intelectual franc\u00e9s que llegar\u00eda a ser Ministro\nde Cultura de Charles de Gaulle. A los 24 a\u00f1os, un elegante Andr\u00e9 Malraux,\nviaj\u00f3 desde Marsella hasta este templo \u2013entonces parte de la Indochina\nfrancesa– s\u00f3lo para robar cuatro bloques con bajorrelieves, venderlos a un\ncoleccionista estadounidense y as\u00ed \u201cvivir tranquilamente dos o tres a\u00f1os\u201d. Lo\nhizo coludido con un amigo franc\u00e9s y su esposa Clara Goldschmidt, hija de\ncomerciantes alemanes inmigrantes. Llevaron los bloques en carreta y luego por\nel r\u00edo Mekong, hasta la capital, Pnom Penh. All\u00ed fueron detenidos. Malraux\nestuvo un a\u00f1o en prisi\u00f3n. Las piezas arqueol\u00f3gicas volvieron a su lugar, y \u00e9l\nse hizo m\u00e1s tarde defensor del patrimonio cultural universal\u2026<\/p>\n\n\n\n Muchos de\nestos relieves son obras maestras de la escultura jemer, cuentan leyendas y\nepopeyas sacadas del Ramayana y otros textos. Vemos dioses, semidioses y\nsoldados; importantes personajes de la\nmitolog\u00eda hind\u00fa, como Indra, dios del firmamento, cabalgando sobre un elefante de\ncinco cabezas, y a Krishna dando muerte a su t\u00edo Kamsa, el demonio. En el\nexterior del templo siguen vigilando las im\u00e1genes de intrigantes garuda<\/em>s, seres con cuerpo humano, picos\nde \u00e1guila y patas de le\u00f3n. <\/p>\n\n\n\n El templo\nse encuentra a unos 30 kil\u00f3metros de Angkor Vat, en un trecho donde fotografiamos casas campesinas construidas\nsobre pilotes de madera. Explican: \u201cPor las inundaciones, por los tigres,\nelefantes y jabal\u00edes salvajes\u2026Aunque ahora ya no hay. Tambi\u00e9n huyeron por el\nJemner Rojo\u201d. Una campesina, en el camino nos ofrece una bandeja rebosante de\nenormes tar\u00e1ntulas fritas. Las conmociones sociales y el hambre pueden hacer\nque todo resulte apetitoso. \n\n\u00bfPor qu\u00e9 se salv\u00f3 Banteay Srei de una guerrilla\nque aprendi\u00f3 de Mao los horrores de la Revoluci\u00f3n Cultural? Tal vez gracias a\nVishn\u00fa, su patr\u00f3n celestial, dios de la Preservaci\u00f3n. No s\u00f3lo parece haberlos protegido\nen el siglo 20 de los Jemeres Rojos; tambi\u00e9n, por mil a\u00f1os de la avidez de\nmuchos andr\u00e9 malraux y claras goldschmidt. Y de exploradores como el brit\u00e1nico\nSir H.M. Stanley que en Persia profan\u00f3 el monumental p\u00f3rtico j\u00f3nico de\nlas ruinas de Pers\u00e9polis, con 2.500 a\u00f1os de antig\u00fcedad, rompiendo la piedra\npara escribir un recuerdo: \u201cSTANLEY. New\nYork Herald.1870\u201d.<\/em><\/p>\n\n\n\n Los grandes viajeros ya cansados encuentran en Camboya un impulso irresistible para seguir […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":2052,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[48,103],"tags":[50],"class_list":["post-1611","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-asia","category-camboya","tag-domingo-de-el-mercurio"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1611","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=1611"}],"version-history":[{"count":6,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1611\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":4592,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1611\/revisions\/4592"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/media\/2052"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=1611"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=1611"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=1611"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}La aventura en su\ncumbre <\/strong><\/h4>\n\n\n\n
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