Pa\u00eds peque\u00f1o,\npero siempre al borde de los grandes misterios, Sri Lanka se ha abierto al\nturismo con una gran sonrisa. Hace pocos a\u00f1os \u2013despu\u00e9s de un devastador\ntsunami\u2014parece haber iniciado un per\u00edodo de paz tras el inflamado conflicto con\nla minor\u00eda tamil. Buena nueva para los viajeros. Sri Lanka es una fiesta no\ns\u00f3lo por sus playas y sus t\u00e9s de Ceil\u00e1n. Tambi\u00e9n por lo que ha tenido oculto\ndurante demasiado tiempo: la magn\u00edfica civilizaci\u00f3n\nque floreci\u00f3 aqu\u00ed hacia el siglo 5 a.C,\ngracias a un ingenioso sistema de riego. Cuando gran\nparte de Europa era todav\u00eda un sembrad\u00edo de aldeas, esta isla del Oc\u00e9ano \u00cdndico\nten\u00eda ciudades magn\u00edficas. <\/p>\n\n\n\n
Decir que hoy es\nuno de los destinos tur\u00edsticos m\u00e1s completos del mundo le hace justicia. Tal vez\nno existe otro pa\u00eds 11 veces m\u00e1s peque\u00f1o que Chile con tanta riqueza cultural y\natracciones de selva y playa. Y habitado por veinte millones, la mayor\u00eda gente\nsencilla que sabe sonre\u00edr. Pero que tambi\u00e9n muchos saben odiar. Por eso, entre los\ncingaleses, que son el 75 por ciento de la poblaci\u00f3n, y los tamiles, s\u00f3lo el\n10, el conflicto sangriento permanece latente. Todo hace temer que s\u00f3lo se\nencuentra en una pausa larga. Una inestable pausa tras muchos a\u00f1os de guerrilla\ntamil y dura represi\u00f3n oficial del gobierno de esta Rep\u00fablica Democr\u00e1tica\nSocialista. <\/p>\n\n\n\n
En la \u00e9poca colonial se encuentran las ra\u00edces del\nconflicto que por d\u00e9cadas ha remecido al pa\u00eds. Durante el siglo 19, –para\nmejorar sus ganancias– la Corona brit\u00e1nica promovi\u00f3 el ingreso de casi un\nmill\u00f3n de trabajadores tamiles desde la India, destinados principalmente a las\nplantaciones de caf\u00e9 y t\u00e9. Los cingaleses, que dominan el pa\u00eds, llegados\nmucho antes desde otra regi\u00f3n de la India, han luchado \u2013desde que lograron la\nindependencia– para que los tamiles\ntra\u00eddos por los brit\u00e1nicos regresen a su regi\u00f3n de origen. Muchos lo hicieron,\npero millones de ellos permanecen aqu\u00ed, aferrados a su nueva patria. <\/p>\n\n\n\n
Hemos llegado al\ncentro de la isla, \u00e1rea conocida como Tri\u00e1ngulo Cultural, en la provincia de\nMadhyama Palata. Ya recorrimos las milenarias capitales hist\u00f3ricas,\nAnuradhapura y Polonnaruwa, salvadas por milagro de la desaparici\u00f3n en medio de\nla selva. Hoy son yacimientos arqueol\u00f3gicos que pueden dejarnos con la boca\nabierta aunque vengamos de recorrer las viejas Grecia y Roma. Pese a los\nsaqueos de los colonialistas europeos y al abandono de siglos, estas ciudades\nahora pueden ser visitadas como aut\u00e9nticos prodigios del esp\u00edritu humano. <\/p>\n\n\n\n
Ahora estamos en\nun lugar del Tri\u00e1ngulo Cultural que casi no tiene iguales en el mundo. Se trata\nde cuevas budistas que UNESCO protege como Patrimonio de la Humanidad, con el\nnombre de Templo Dorado de Dambulla. <\/p>\n\n\n\n
Excavar en su\nhistoria es requisito para entenderlas. Desde siete siglos antes de Cristo, una\nalta roca de neis, piedra semejante al granito y de color negro azulado, ha\nsido aqu\u00ed casa del hombre y sus dioses. Se hizo refugio mon\u00e1stico de los\nprimeros ascetas convertidos al budismo y por eso sus enormes grutas conservan huellas\nbudistas de dos milenios. En la roca de neis se han cavado m\u00e1s de 80 cuevas. Cinco\nde ellas sobresalen hoy como templos. Se hallan \nrepletos de Budas, y conservan algunas pocas im\u00e1genes hinduistas y esculturas\nde tres reyes benefactores. <\/p>\n\n\n\n
Christoph Engels, p\u00e1rroco protestante de Leverkusen, en\nel Rin, hizo \u201cun viaje religioso y espiritual alrededor del mundo\u201d, (a veces\nsin levantarse de la mecedora), para escribir Mil lugares sagrados<\/em>. Se detuvo en este santuario. Le interesaba\npor ser uno de los centros de recogimiento m\u00e1s venerados del Sudeste Asi\u00e1tico,\ny luego escribi\u00f3 con entusiasmo: \u201cEs un maravilloso lugar de cuyo atractivo es\nimposible zafarse\u201d. <\/p>\n\n\n\n Nosotros\nllevamos mucho rato tratando de zafarnos, sin \u00e9xito. Inventamos cualquier pretexto para seguir en Dambulla.\nEso impacienta un poco al gu\u00eda que nos escucha decir\u2026\u201dUnas fotos m\u00e1s\u2026\u201d. \u201c\u00a1Mire\neste Buda en posici\u00f3n del le\u00f3n\u2026!\u201d. \u201cQuiero observar a un grupo meditando\u2026\u201d.\n\u201cVoy hasta la cumbre; quiero fotografiar la ciudad de Dambulla\u2026\u201d. <\/p>\n\n\n\n Tambi\u00e9n nos\ndetiene un viajero que ha pasado por unos 90 pa\u00edses, siempre dispuesto a que la\nemoci\u00f3n le toque el hombro. Dice que la cueva principal de Dambulla le ha\nparecido \u201cuno de\nlos lugares m\u00e1s grandiosos y m\u00e1gicos que he conocido, uno\nde los m\u00e1s fascinantes que podemos ver en el planeta\u201d.<\/p>\n\n\n\n Varios siglos antes del nacimiento de Cristo ya\nviv\u00edan monjes budistas en los bosques\nvecinos y cavaban cuevas que hoy huelen a incienso. Pero al asomarnos al lugar\nno vemos construcciones asi\u00e1ticas, sino extensos edificios de arquitectura\noccidental, vagamente renacentistas, que ocupan el acceso a las grutas. Su\norigen no necesita muchas explicaciones: durante siglos Sri Lanka fue sometida\npor portugueses, holandeses y brit\u00e1nicos, pueblos conquistadores que no s\u00f3lo\nbuscaban el oro, sino obras religiosas y de arte antiguas para venderlas a coleccionistas. <\/p>\n\n\n\n Ahora, aprovechando una paz inestable y la mayor\napertura de las fronteras, viajeros de todo el mundo llegan a visitar la\nmadriguera sagrada de Dambulla. No les molesta su cara exterior occidental, tan\najena a las cuevas. Al contrario. Les parecen lo mejor que pueden ver de esa herencia\neuropea. Nosotros hemos trepado hasta la madriguera dorada, resoplando y\nsudando sobre mil escalones y esquivando monos tan hambrientos como ligeros de manos.\nEn lo alto de la gran roca nos encontramos con Dambulla y ese espect\u00e1culo algo\nsurrealista de edificios europeos en la r\u00fastica boca de cuevas orientales. Se\ntrata, sin embargo, de construcciones armoniosas, equilibradas. Le agregan\ninter\u00e9s al lugar. <\/p>\n\n\n\n No se puede decir lo mismo de una especie de dorado\ntemplo que budistas japoneses regalaron a la r\u00edgida comunidad religiosa\nadministradora de estos templos. A la\norilla de la gran roca sobresale su descomunal \u201cBuda de oro\u201d pintado con brocha\ngorda. Parece regalo del enemigo. Proviene, obviamente, de alguna mente kitch<\/em> del Jap\u00f3n, y no de quienes\nlevantaron las admirables Kioto o Nara.\nPero no debemos perder la esperanza. Si Buda sigue alerta sobre lo que ocurre\nen la Tierra, cualquier d\u00eda un rayo destructor caer\u00e1 sobre este Disneylandia\nlevantado junto a la Capilla Sixtina de Ceil\u00e1n. \n<\/p>\n\n\n\n Lo de la\nCapilla Sixtina no es s\u00f3lo una manera de decir. Estas grutas con sus enormes\ncielos y muros pintados hasta el \u00faltimo mil\u00edmetro, han hecho pensar a muchos en\nuna Capilla Sixtina de otra cultura y de otros tiempos. No se sabe qui\u00e9nes\nfueron los Miguel Angel de Dambulla, ni los Botticelli ni los Peruginos, que\npintaron aqu\u00ed m\u00e1s de 2 mil metros cuadrados de murales. El conjunto de frescos\ny esculturas, sin embargo, se hace tan inolvidable para el viajero como los de\nla capilla vaticana. Es asombroso ver c\u00f3mo el pincel deja la roca con la\ndelicadeza de los tejidos de seda. Y si le creemos a Miguel \u00c1ngel, tienen una\ndiferencia esencial con los frescos del Vaticano. Los de Dambulla fueron\nconcebidos para homenajear a Buda. Los de la Capilla Sixtina, a Sixto IV. Este\npapa franciscano, guerrerista y nepotista hasta el esc\u00e1ndalo, parece que\npensaba m\u00e1s en los intereses terrenales del Estado Vaticano que en las en\nense\u00f1anzas de Cristo o de san Francisco, el patrono de los ecologistas. <\/p>\n\n\n\n No nos ciega la admirable semi\noscuridad de las grutas de Dambulla, y debemos admitir que aqu\u00ed no hay nada que\nse iguale a La Creaci\u00f3n de Ad\u00e1n<\/em> ni a\notros frescos salidos del genio de Miguel Angel. Tampoco hay nada que las haga\ninferiores al magn\u00edfico arte rupestre indio, con el cual \u00e9stos se hallan emparentados.\nAqu\u00ed se nota que Sri Lanka y la India son como la madre y el hijo, aunque han asumido distintas formas de vivir y de\ncrecer. \u00daltimamente\u2013seg\u00fan me informa mi acompa\u00f1ante cingal\u00e9s– se dice que\nambos pa\u00edses pudieron estar unidos, en \u00e9poca remota, por un camino de arena o\nun puente, un cord\u00f3n umbilical de casi 30 kil\u00f3metros de largo. Algo semejante a\nlo que ocurriera con el camino de hielo de Bering (entre\nlos actuales Rusia y Estados Unido, en Alaska), por donde hombres y animales, semillas y plantas, pudieran\npasar de Asia a Am\u00e9rica durante dos per\u00edodos geol\u00f3gicos que duraron unos\n19 mil a\u00f1os. <\/p>\n\n\n\n Lo mismo pudo\nocurrir entre Sri Lanka y la India al bajar el nivel de los oc\u00e9anos en\ndistintas etapas glaciales. Ahora algunos proponen construir un puente entre\nambos pa\u00edses. En Bering tambi\u00e9n se habla de levantar un puente o cavar un t\u00fanel,\nlo cual dejar\u00eda unidos por tierra a cuatro continentes, menos Ocean\u00eda y la Ant\u00e1rtica.<\/p>\n\n\n\n Volvamos a\nDambulla, cuya historia cultural y religiosa no se entender\u00eda sin la tan vecina\nIndia, pues pueblos inmigrantes llegaron desde all\u00ed hace milenios. Nuestro\nacompa\u00f1ante nos ha ido mostrando, en orden cronol\u00f3gico las cinco grutas\nprincipales de Dambulla. Las primeras fueron cavadas cinco siglos antes de\nCristo por ascetas del bosque vecino convertidos al budismo. Otros continuaron\nla tarea hasta hace unos 400 a\u00f1os. As\u00ed nos enteramos de la accidentada historia\nde las cuevas, marcada por un derrocado rey de Polonnaruwa que se ocult\u00f3 en\nellas y despu\u00e9s de recuperar el poder se propuso darles mayor dignidad y\nbelleza. Somos testigos, eso s\u00ed \u2013desconcertados– de una paradoja: lo perecible\no no durable es rasgo esencial del budismo. Sin embargo, aqu\u00ed se ha usado a\nmenudo la piedra m\u00e1s dura y durable para construir estatuas y oratorios. Vivir\u00e1n\nm\u00e1s que la especie humana y el budismo. Toda una contradicci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n –Mientras ellos lo\ntengan claro\u2026–, dice entre dientes mi gu\u00eda, algo rezong\u00f3n. <\/p>\n\n\n\n Dos grandes\nBudas yacentes hechos de piedra sobresalen en el santuario. Uno de ellos\ndescansa su cabeza sobre almohadas con ricos ornamentos. El otro tiene un gesto\npensativo antes que iluminado. En las cinco cuevas hay otras 150 im\u00e1genes de\npiedra o de fina madera, y otros cientos en los frescos de sus techos y muros.\nMuestran a Siddharta Gautama en las distintas etapas de su vida y de su\nsilencioso ardor proselitista. Ciertamente habr\u00e1 muchas otras im\u00e1genes nobles\nde este maestro en el coraz\u00f3n de la gran piedra. Pero no podemos visitar las 80\ngrutas restantes. Est\u00e1n cerradas al no creyente. Muchas de ellas son anteriores\nal cristianismo y al budismo. Fueron usadas primero como habit\u00e1culos rupestres\ny viviendas, y luego transformadas en templos budistas. <\/p>\n\n\n\n A juzgar por los restos f\u00f3siles\nhallados en el \u00e1rea, estaba habitada siete siglos antes de Cristo. (Mil\nsetecientos a\u00f1os m\u00e1s tarde llegar\u00edan reci\u00e9n los primeros mapuches a Chile\u2026). Podemos\nconocer algo de su historia gracias a inscripciones en las cuevas que registran\nel nombre de los donantes y reyes que permitieron mantenerlas y\nalhajarlas. Las m\u00e1s antiguas sirvieron a remotos asentamientos mon\u00e1sticos. A\npartir del primer siglo despu\u00e9s de Cristo se activaron los trabajos. Tambi\u00e9n fue\nimportante el avance entre los siglos 5 y 10 d.C, cuando las celdas de los\nmonjes y las cuevas m\u00e1s grandes se empezaron a transformar en templos. El complejo\nfue totalmente renovado en el siglo 12; se cavaron nuevas cuevas, otras fueron\nampliadas o renovadas, y muchas im\u00e1genes\nrecibieron capas color oro. <\/p>\n\n\n\n Durante el siglo 17 se produce la\n\u00faltima gran renovaci\u00f3n. Por primera vez, muchas paredes interiores de las\ncuevas quedaron totalmente cubiertas de pinturas murales. Tambi\u00e9n se dio forma\na una multitud de esculturas. En la cueva dos, la Devarajalena, la m\u00e1s valiosa\nde todas, con 52 metros de longitud y 7\nde altura m\u00e1xima, es posible admirar una notable escultura rupestre de Buda en el Nirvana. <\/p>\n\n\n\n Ahora seguiremos\nviaje tras otras im\u00e1genes de piedra excepcionales. No lejos de aqu\u00ed\nrevisitaremos el enorme, magn\u00edfico y milenario Buda yacente de Gal Vihara, tallado\nen un bloque de piedra descomunal. Se le considera una escultura perfecta, como\nel David cl\u00e1sico. Y tambi\u00e9n llegaremos por primera vez hasta el monumental Buda\nde Aukana, a 90 minutos de Anuradhapura, la hist\u00f3rica capital. Tiene fama de ser uno de los m\u00e1s\nnotables tallados verticales de toda Asia. Sigue intacto despu\u00e9s de 1.500 a\u00f1os.\n<\/p>\n\n\n\n Un museo abierto\nrodeado de mar nos parece Sri Lanka al recorrerla. Pero tambi\u00e9n hemos visto\nhermosas playas blancas y avistado elefantes salvajes cerca de Arugam Bay, la\ncapital del surf. Magn\u00edficas son los \npaisajes, arenas y aguas tropicales de Trincomalee, Unawatuna y Koggala,\ndonde bebimos t\u00e9s de Ceil\u00e1n seleccionados por \u00e1ngeles. Es lo que se\nnecesit\u00e1bamos para recuperar fuerzas y reanudar el peregrinaje tras nuevas\nciudades de leyenda.<\/p>\n\n\n\n Esos Budas que nos enga\u00f1an <\/strong><\/p>\n\n\n\n No es f\u00e1cil entender lo que ven nuestros ojos, en\nla penumbra, mientras avanzamos en estas grutas con m\u00e1s de 150 esculturas de Buda. Es un bosque de maravillas, aunque\ndesconcertante a ratos. Se nos ha hecho un poco m\u00e1s comprensible gracias a la\ngu\u00eda de Vidya Dehejia, historiadora del arte y arqueolog\u00eda de la Universidad de\nColumbia, erudita en arte oriental. Ella nos advierte que la forma de\nrepresentar a Buda ha cambiado muchas veces en 2 mil a\u00f1os, y eso se puede\nconfirmar visitando un solo lugar, Dambulla, que se ha construido en muy\ndistintas \u00e9pocas, en etapas saltadas. <\/p>\n\n\n\n Hasta el siglo 6 d.C se produjeron cambios\nrelativamente menores en las im\u00e1genes. La etapa final de dicho per\u00edodo, la\nGupta, es para muchos la edad de oro, la del \u201cBuda ideal\u201d. El Maestro luc\u00eda\npelo corto y peque\u00f1os rulos como adheridos a la cabeza (antes usaba mo\u00f1o y una\nespesa masa de pelo ondulado). En esa \u00e9poca, los templos acog\u00edan principalmente\nim\u00e1genes de su nacimiento principesco y de sus incesantes meditaciones para\nalcanzar la iluminaci\u00f3n. El estado de nirvana era representado por una llama\nsobre su nuca; al estar recostado ten\u00eda los pies muy juntos, uno sobre el otro,\nm\u00e1s alguna flor de loto, s\u00edmbolo del \nprogreso del alma. Tambi\u00e9n se le representaba en el paranirvana, momento\nen que la materia humana se desintegra, porque dejar\u00e1 de reencarnarse, de\nacuerdo con las creencias budistas. La imagen muestra entonces al Maestro con\nlos pies ligeramente desalineados; sin flama sobre la cabeza; con los ojos a\nmedio cerrar y las palmas de las manos abiertas. Su est\u00f3mago luce plano, vac\u00edo. <\/p>\n\n\n\n –Su alma ha migrado\u2014explica Vidya Dehejia.<\/p>\n\n\n\n Los cambios en la imagen de Buda hasta el siglo 6\nd.C ten\u00edan que ver no s\u00f3lo con el pelo, largo o corto. Tambi\u00e9n con el tama\u00f1o de\nlas representaciones, que se hicieron cada vez m\u00e1s grandes, especialmente\naquellas que lo muestran en el nirvana o sin vida. Y se advert\u00edan leves cambios\nen el vestuario. Al principio, la imagen de Buda parec\u00eda una imitaci\u00f3n de las\nestatuaria romana del Apolo, con toga cl\u00e1sica y joyas. Es la etapa llamada\nGandhara. M\u00e1s tarde se deja al desnudo su hombro derecho, imagen que m\u00e1s abunda\nen el templo de Dambulla. Luego la toga deja de ser romana para adquirir forma\nindia, y el otro hombro es el que se deja desnudo. En seguida se produce un\ncambio m\u00e1s notorio: las manos de Buda empiezan a hacer gestos o mudras,\nadoptando distintas formas con diferentes significados. Es la etapa llamada\nAndra Pradesh, muy evidente en Sri Lanka y en el \u00e1rea m\u00e1s pr\u00f3xima del Sur de la\nIndia. Aqu\u00ed en Dambulla, la Gruta Cuatro est\u00e1 dominada por un Buda que forma\ncon sus manos el mudra<\/em> Dhyana, el del\nvac\u00edo. Los pulgares unidos dejan un\nespacio de aire, que suele tomar la forma de coraz\u00f3n, hoy muy usado por la\ngente joven para expresar amor sin palabras. <\/p>\n\n\n\n En la etapa del \u201cBuda ideal\u201d–, el Maestro no s\u00f3lo\nusa pelo corto y con peque\u00f1os rulos, sino que su t\u00fanica o toga tiene dobleces,\nsu mirada se dirige hacia abajo y seg\u00fan los budistas se hace visible su aura\nespiritual.<\/p>\n\n\n\n Iluminaci\u00f3n y oscuridad<\/strong><\/p>\n\n\n\n S\u00f3lo a partir del siglo 7 d.C se empiezan a producir cambios significativos\nen los templos. Se agregan otros seres al pante\u00f3n y los rituales se advierten\nm\u00e1s elaborados. Aparecen diosas populares, como Tara y otras, y nace el\nconcepto de los bodhisattvas<\/em>\ncelestes, seguidores e imitadores de\nBuda que terminan por ser vistos como seres superiores. Estos bodhisattvas<\/em> surgen de la corriente\nbudista Mahayana. Con el tiempo se convertir\u00e1n en ejemplos, en ideal de vida.\nEs el caso de los Dalai Lama, que tienen un claro rasgo diferenciador: buscan\nla salvaci\u00f3n colectiva y no s\u00f3lo personal, como en el budismo cl\u00e1sico. Estos bodhisattvas<\/em> son muy valorados,\nespecialmente en el Tibet. <\/p>\n\n\n\n De los cercanos al concepto de bodhisattvas<\/em> ninguno es m\u00e1s famoso y\nenga\u00f1ador que el \u201cBuda gordo\u201d. Se llama oficialmente Hotei. Pero su nombre\npopular, Bu-Dai, suena parecido a Buda, y por eso mucha gente de Occidente cree\nque \u00e9l es Buda. No s\u00f3lo eso: para ellos es el \u00fanico Buda que suelen reconocer\ncon facilidad. No entienden qui\u00e9n es ese Buda seco y de rostro afilado afilado\nque los budistas reverencian. Ese buda panz\u00f3n y pechug\u00f3n fue en verdad solo un\nmonje budista de hace unos mil a\u00f1os, que seg\u00fan las tradiciones era dulce y\nbenevolente. Por eso, algunos lo llegaron a considerar una especie de mes\u00edas o\nel otro Buda hist\u00f3rico por venir, encarnaci\u00f3n del bodhisattva<\/em> Maitreya. Lo mismo ocurre hoy con los distintos Dalai\nLama, considerados por muchos como encarnaciones de Avalokitesvara, bodhisattvas <\/em>de la compasi\u00f3n. <\/em><\/p>\n\n\n\n Hay otros seres agregados al\npante\u00f3n budista en estos siglos, que han cambiado dram\u00e1ticamente el contenido y\nla est\u00e9tica. Son dioses hechos para proteger al budismo; seres feroces, feos,\ntemibles, como algunos del hinduismo, surgidos especialmente en Nepal y el\nTibet. Tambi\u00e9n se han incrustado im\u00e1genes de naturaleza esot\u00e9rica, t\u00e1ntricas,\nm\u00e1ndalas, dioses sinto\u00edstas, tao\u00edstas\u2026\nEsta es, quiz\u00e1, la raz\u00f3n por la cual el profano siente a menudo que en el\nbudismo hay ahora menos iluminaci\u00f3n y m\u00e1s oscuridad. <\/p>\n\n\n\n Moverse en Sri Lanka<\/strong><\/p>\n\n\n\n Las rutas a\u00e9reas\ndesde Chile a Ceil\u00e1n pasan por Argentina, Qatar, Singapur, Estambul o Europa.\nLos autobuses (algunos de buena calidad) y los trenes, cubren casi toda la\nisla. Para distancias cortas tome un tuk-tuk<\/em> (triciclo a motor). Si arrienda auto, mejor con\nconductor, por mal estado de algunas carreteras y la\nse\u00f1alizaci\u00f3n vial en cingal\u00e9s y tamil. Desde la capital religiosa, Kandy, salen\ncontinuamente buses a las otras ciudades del Tri\u00e1ngulo Cultural. Poco antes de\nllegar a Annuradhapura se encuentran las Cuevas de Dambulla.<\/p>\n\n\n\nVer texto publicado en revista en formato PDF<\/em><\/small>\n\n\nDambulla<\/a>\n Siete siglos antes de Cristo, el hombre ya habitaba el centro de Sri […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":4382,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[48,98],"tags":[50],"class_list":["post-1585","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-asia","category-sri-lanka","tag-domingo-de-el-mercurio"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1585","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=1585"}],"version-history":[{"count":4,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1585\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":3976,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1585\/revisions\/3976"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/media\/4382"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=1585"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=1585"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=1585"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}Sixtina, pero no tanto<\/h4>\n\n\n\n
Ellos\nlo tendr\u00e1n claro\u2026<\/h4>\n\n\n\n
Con\nt\u00e9 de los \u00e1ngeles<\/h4>\n\n\n\n