C\u00e9sar\nPelli, el mismo arquitecto de nuestro pol\u00e9mico Costanera Center, cre\u00f3 los\nedificios gemelos m\u00e1s altos del mundo, que parecen parte de una descomunal\niglesia g\u00f3tica en el perfil urbano de Kuala Lumpur. Sus primeros pisos, un mall\nde muchos niveles, se ha convertido en templo del consumo suntuario; y en su\ninterior funciona la poderosa petrolera malaya que le da el nombre: Petron\u00e1s.\nLas torres representan bien a esta ciudad-tigre que dirige la manada dentro del\nreino de Malasia. Exhibe el progreso de una manera apabullante, al estilo\noccidental. Pero al recorrer sus calles queda claro que Malasia no olvida sus\nra\u00edces orientales. En abril coron\u00f3 como monarca al anciano sult\u00e1n Abdul Halim, que\nhemos visto ataviado casi como un Sandok\u00e1n del siglo XIX. Hasta su esposa no\nluce muy diferente a Marianna, el gran amor de ese aventurero imaginado por\nSalgari. Mientras las Torres Petronas nos dicen claramente hacia d\u00f3nde va\nMalasia, los dorados aposentos y atuendos del rey, nos dicen de d\u00f3nde viene. <\/p>\n\n\n\n
\u00bfSandok\u00e1n podr\u00eda estar\norgulloso de Kuala Lumpur? \u00bfDe este pa\u00eds\nque el pr\u00f3ximo a\u00f1o s\u00f3lo cumple medio siglo de vida?<\/p>\n\n\n\n
Creemos que s\u00ed, y por\nrazones distintas. No por su arquitectura moderna y armoniosa, sino por ser el\ns\u00edmbolo de una de los pa\u00edses modernos donde conviven cerca de 30 millones de\nhombres de creencias tan distintas como la musulmana, budista, tao\u00edsta, hinduista, cristiana, confucianista, animista.\nTambi\u00e9n le dar\u00eda alegr\u00eda saber que Malasia hoy es un pa\u00eds formado principalmente\npor nueve sultanatos de la pen\u00ednsula de Malaca, cuyos jefes religiosos se\nturnan democr\u00e1ticamente para asumir como reyes cada cinco a\u00f1os, y se preocupan\ndel pa\u00eds entero, incluyendo una tercera parte de la isla de Borneo, situada al\notro lado del Mar de China, de donde el propio Sandok\u00e1n fuera pr\u00edncipe de\nficci\u00f3n. <\/p>\n\n\n\n
Tal vez a \u00e9l no le\ngustar\u00edan mucho los casi 70 centros comerciales de Kuala Lumpur, ni el\ngigantismo de Suria, su mall de ocho pisos en las Petronas, pero sin duda\ndisfrutar\u00eda de su lujo asi\u00e1tico, donde no falta una sola marca de prestigio\nmundial, y agradecer\u00eda\n(como todos aqu\u00ed), el aire acondicionado del centro comercial para huir del\ncalor y la humedad. Es posible que le abrume un poco la multitud que compra por\nestos d\u00edas, aprovechando que todo el pa\u00eds est\u00e1 viviendo el Malaysia Mega Sale\nCarnival 2012, una impresionante fiesta de rebajas y liquidaciones en todos sus\ncentros comerciales, que durar\u00e1 hasta el\n2 de septiembre. Pero le dar\u00eda gusto saber que la pobreza extrema se encuentra ya cerca\nde desaparecer de su territorio, y que las mujeres malayas ya son m\u00e1s numerosas\nque los hombres en los estudios superiores. \n <\/p>\n\n\n\n
Es posible que le extra\u00f1e\nver multitudes de mujeres musulmanas mirando vitrinas a trav\u00e9s del velo de su\nchador y comprando las prendas occidentales m\u00e1s audaces. Ellas le podr\u00edan\nexplicar que esa ropa la usan puertas adentro. Que en las calles van siempre arropadas\nal modo tradicional, pero en la privacidad usan todo lo que les gusta a ellas\n(y a su pareja). <\/p>\n\n\n\n
Como buen corsario,\nSandok\u00e1n disfrutar\u00eda de estas nuevas mujeres, haciendo de la noche de Kuala\nLumpur una fiesta, sobre todo en el Tri\u00e1gulo Dorado, en el coraz\u00f3n del Centro,\nque parece vivir del regocijo y del caminar sin pausa. Recorrer\u00eda sus calles,\nsus jalan<\/em>, como laSult\u00e1n Ismail, la Ramlee y la Ampang.\nAh\u00ed sentir\u00eda en sus pies el vibrar de las veredas por los parlantes de los\nclubes nocturnos y bares. Pasar\u00eda del Rum Jungle al Beach Club, y del Zouk al\nThai Club. La noche entera. Alguien deber\u00eda advertirle, sin embargo, que es\nprudente mirar bien antes de escoger pareja. Abundan aqu\u00ed las ladyboy<\/em>, hombres con cerebro y\u2026ropa de\nmujer. Algunos de ellas s\u00f3lo andan en plan de conquista. Otras, en cambio,\nprefieren recaudar d\u00f3lares donde abundan: entre los extranjeros (australianos,\nneozelandeses y otros), que con mucho alcohol en el cuerpo ya no quieren hacer\ndistingos muy finos entre hombre y mujer. Se los come la noche y el hedonismo.\nAlgunos turistas, acompa\u00f1ados de estas lindas mujeres, <\/em>terminan admirando la ciudad desde las azoteas, tom\u00e1ndose\nun trago en el Luna Bar o el Sky Bar, con vista a las torres Petronas, aunque\notros prefieren ir al hotel Mandar\u00edn Oriental, justo al frente, donde los 452\nmetros de las gemelas se pueden ver enteros, brillando como dos espigados\ncerros de luci\u00e9rnagas. <\/p>\n\n\n\n Los que prefieran no correr riesgos con las ladyboy<\/em> invitar\u00edan a Sandok\u00e1n a pasar la\nnoche en las calles del Barrio Chino, y su mercado nocturno, que es un para\u00edso para los que quieren buenas imitaciones de grandes marcas.\nTambi\u00e9n para los que buscan tallarines sabrosos al estilo Hong Kong, o se vuelven\nlocos con las antig\u00fcedades. Otros quisieran llevarlo por la Bukit\nBintang, y calles vecinas, en el downtown<\/em>,\nque por la noche se transforma en un interminable centro de comidas. Se puede\nir todos los d\u00edas durante un a\u00f1o sin repetirse un plato. Es barrio de ocio y diversi\u00f3n, de centros\ncomerciales y restaurantes estilo improvisado, y que se hace m\u00e1s ex\u00f3tico en su sector\n\u00e1rabe.<\/p>\n\n\n\n Alguien preferir\u00e1 ir al barrio Little India para probar su curry<\/em> y ver c\u00f3mo se divierten los inmigrantes que hacen los trabajos m\u00e1s\nduros de Malasia, y ganan menos, pues en este pa\u00eds del Sudeste Asi\u00e1tico el\ndinero es de los chinos y el poder, de los malayos. Sandok\u00e1n, que tuvo amigos\nmalayos entre sus secuaces, tal vez le gustar\u00eda recorrer el barrio Kampung\nBaru, a los pies de las Petronas, donde ellos se divierten al pausado estilo\nmusulm\u00e1n. Su cultura es mayoritaria en Kuala Lumpur y en todo el pa\u00eds. S\u00f3lo\nconsumen la cocina isl\u00e1mica, la halal<\/em>,\nque es barata. Lo m\u00e1s pedido es el nasi\nlemak,<\/em> que se ofrecen sus restaurantes sin lujos, en las cl\u00e1sicas casas\nmalayas de madera. Se trata de un arroz cocido en leche de coco, que acompa\u00f1an con anchoas,\nhuevo, rebanadas de pepino y man\u00edes fritos. Y a veces, carne. <\/p>\n\n\n\n Pero\ncomo en el Barrio Malayo no se vende alcohol, lo probable es que la noche\ntermine en otro lugar, y casi siempre junto a un gin con amargo, el gin-pahit<\/em>. Esta antigua creaci\u00f3n malaya\nentusiasmaba hace 80 a\u00f1os a otro aventurero y viajero, Pablo Neruda. Sol\u00eda\ntomarlo cuando era joven c\u00f3nsul de Chile en la regi\u00f3n y viv\u00eda por largos per\u00edodos en\n\u201cun estado de esp\u00edritu verdaderamente\nmiserable<\/em>\u201d, como le confesara en una carta a su amigo argentino H\u00e9ctor\nEandi. Ten\u00eda humo en su coraz\u00f3n. Claro que nuestro poeta, para sus penas de\nsoledad oriental dispon\u00eda de escapes m\u00e1s estimulantes. Desde luego, se cas\u00f3 sin\npensarlo mucho con una javanesa, y cuando lo trasladaban del consulado en Ceyl\u00e1n\na los de Sinagapur-Java, le escribe a su amigo: \u201cEso quiere decir que me voy al m\u00e1gico archipi\u00e9lago malayo, bellas\nmujeres, bellos ritos. He estado ya dos veces en Singapur, Bali, y he fumado\nmuchas pipas de opio all\u00ed, no s\u00e9 si aquello\nme gusta, pero es diferente, en todo caso\u201d. <\/em><\/p>\n\n\n\n Nada de todo esto\nresultar\u00eda extra\u00f1o a Sandok\u00e1n. Ni menos si le invitaran a pegar un salto sobre\nel Mar de China Meridional, hasta el Malasia del Este, un tercio de la isla de\nBorneo, pues se le da por nacido all\u00ed, y tuvo en la islita de Mompracem su\nreducto secreto. Aunque ha desaparecido gran parte de sus bosques legendarios,\nBorneo tiene una ciudad que nadie deber\u00eda perderse, Kuching. Su nombre\nsignifica gato<\/em> en lengua malaya bahasa.\nEn el centro, sobre un peque\u00f1o pedestal, hay un ejemplar blanco, con bigotes de\nalambre, que tiene 3 metros de altura, cerca de un tradicional arco de\ntriunfo; y frente al Holiday Inn veremos\nuna pandilla de gatos que forma otro monumento. Kuching, la ciudad de los\ncuchos, de 600 mil habitanyes, es, por lejos, una de las m\u00e1s atractivas\nciudades del Sudeste Asi\u00e1tico. Y viajar a conocerla puede resultar muy barato,\nya que Kuala Kumpur se halla en medio de una tupida red de vuelos de bajo\ncosto, los low cost<\/em>, y por eso es una de las ciudades m\u00e1s\nvisitadas del mundo. Apenas llegan a Kuching, muchos viajeros son llevados al\nCat Pub o al Cat City Holidays cerca del muelle, junto al r\u00edo Sarawak, donde\nbrindan por sus mascotas o inician un tour por parques llenos de simios y\np\u00e1jaros que parecieran venir del arco iris. Esta provincia, llamada Sarawak,\nfue de las m\u00e1s bellas colonias brit\u00e1nicas.<\/p>\n\n\n\n Lo m\u00e1s original de\nnuestra estad\u00eda en Kuching puede ser el recorrido por el Sarawak Cat Museum,\nque exhibe un gato egipcio embalsamado hace 3 mil a\u00f1os, y, sobre todo, hacer un tour para visitar a los orangutanes\nen sus horas de libertad. La Oficina de Turismo de Kuching lleva todos los d\u00edas\na los viajeros hasta un lugar donde pueden observarlos, a s\u00f3lo 22 kil\u00f3metros,\nen Semenggok. Antes de llegar el gu\u00eda nos dir\u00e1 que el nombre nativo de nuestro\npariente es orang hutan <\/em>(hombre-selva). <\/em>Debemosmirarlo con respeto: la comparaci\u00f3n del genoma humano con el de\neste simio revela que tienen una secuencia id\u00e9ntica en un 97 por ciento, como\nlo certificara el a\u00f1o pasado la revista Nature.<\/em> Ver a estos parientes de pelo\nrojo juguetear con sus brazos enormes resulta un espect\u00e1culo divertido, pero\ntambi\u00e9n ellos nos dejan temas para reflexionar. <\/p>\n\n\n\n \u00bfA d\u00f3nde ir despu\u00e9s de Kuching y sus orang hutanes<\/em>? Sandok\u00e1n tendr\u00eda algo que\ndecirnos. Por ejemplo, que aqu\u00ed de Kuching deber\u00edamos hacer el camino de\nregreso para conocer Malaca, una ciudad a s\u00f3lo 150 km de Kuala Lumpur,\nPatrimonio de la Humanidad, con medio mill\u00f3n de habitantes. En ella se resumen\nmuchos siglos de la Malasia hist\u00f3rica. Antes del descubrimiento de Am\u00e9rica ya\nera el mayor dep\u00f3sito comercial, de alfombras y porcelanas, de sedas y piedras\npreciosas. Todav\u00eda parece escucharse el tr\u00e1nsito de los portugueses, holandeses\ny brit\u00e1nicos, el rumor de los comerciantes indios\ny chinos, que han dejado llamativas huellas en sus calles, en sus mesas y en su\nforma de vida. Hoy parece una ciudad dormida y literalmente abierta: nadie\ncierra las puertas de sus casas, y es posible asomarse a su intimidad sin molestar\na nadie. <\/p>\n\n\n\n Aunque\nlos portugueses llegaron hace 500 a\u00f1os, a\u00fan existe en el centro hist\u00f3rico un\nbarrio donde viven sus descendientes, tan mezclados que s\u00f3lo parecen malayos,\npero siguen siendo cat\u00f3licos, mantienen sus fiestas, y comen como si hubiesen desembarcado ayer. Tambi\u00e9n sobrevive\nun barrio chino, donde, despu\u00e9s de la larga siesta, el rojo se enciende, brotan\nlas mesas sobre el viejo pavimento y\ntodos saborean los platos de ayer. En Malaca se respira la presi\u00f3n baja de una\nciudad colonial que parece por fin dispuesta a darse un largo descanso con una\nguitarra portuguesa en las manos y en sus bocas, un fado. Un canto que no es\nalegre ni triste \u2013como dijera Fernando Pessoa–, sino la fatiga del alma\nfuerte. Aqu\u00ed conoceremos la Malasia melanc\u00f3lica\nque se oculta tras tel\u00f3n euf\u00f3rico y moderno de Kuala Lumpur. Y en estos dos\nmundos, junto a Sandok\u00e1n, podremos agregar a nuestras vidas otra de las grandes\nemociones con que hemos so\u00f1ado. <\/p>\n\n\n\n Entre los Tigres Asi\u00e1ticos, uno de los m\u00e1s visitados es Malasia, cuna de […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":2059,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[48,107],"tags":[50],"class_list":["post-1567","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-asia","category-malasia","tag-domingo-de-el-mercurio"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1567","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=1567"}],"version-history":[{"count":5,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1567\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":3968,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1567\/revisions\/3968"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/media\/2059"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=1567"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=1567"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=1567"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}LA FATIGA DEL ALMA FUERTE <\/h4>\n\n\n\n
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