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{"id":1554,"date":"2014-04-20T16:26:02","date_gmt":"2014-04-20T19:26:02","guid":{"rendered":"http:\/\/www.ganderats.cl\/?p=1554"},"modified":"2019-06-04T16:14:47","modified_gmt":"2019-06-04T19:14:47","slug":"indonesia-isla-de-java-borobudur-machu-picchu-en-oriente","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.ganderats.cl\/indonesia-isla-de-java-borobudur-machu-picchu-en-oriente\/","title":{"rendered":"Borobudur | Machu Picchu en Oriente"},"content":{"rendered":"\n

Un descomunal mandala en piedra, el m\u00e1s bello\nmonumento de Asia,  seg\u00fan el orientalista\nMircea Eliade, nos trajo hasta el coraz\u00f3n de la isla de Java. Neruda habr\u00eda\npasado aqu\u00ed parte de su luna de miel, afirma un escritor indonesio. Pero lo\n\u00fanico seguro es que hace doce siglos el budismo tall\u00f3 en este lugar una puerta\nen espiral para llegar al Nirvana. O cuando menos al asombro.  <\/h4>\n\n\n\nTEXTO Y FOTOS: Luis Alberto Ganderats<\/strong>, DESDE YOGYAKARTA, INDONESIA. <\/small>\n\n\n\n
<\/div>\n\n\n\n

Cuando Neruda y la javanesa Maruca Haagenar se\ncasaron en Batavia, a unos 500 kil\u00f3metros de aqu\u00ed, incluyeron a Borobudur en su\nluna de miel. Y para ese lugar vamos \u2013tras unos d\u00edas en la vecina Bali– por\ncaminos bordeados de arrozales y bosques, en el centro de la isla indonesia de\nJava. El calor y la humedad de 90 por ciento nos acompa\u00f1an sin darnos tregua.\nPero estamos sudando y resoplando no s\u00f3lo por Neruda. Tambi\u00e9n por Buda. Se\ntrata de un ser de cuya existencia hist\u00f3rica suelen dudar hasta los budistas\nm\u00e1s fervientes de Jap\u00f3n. \u201cHay que creer\nen la doctrina de Buda m\u00e1s que creer en Buda<\/em>\u201d. Sin embargo, las ense\u00f1anzas\nque se le atribuyen le han hecho bien al mundo y tienen m\u00e1s seguidores que\ncualquier otra religi\u00f3n en una decena de pa\u00edses de Oriente. S\u00edmbolo de una\nentrega en cuerpo y alma, es Borobudur, \u201cel\nm\u00e1s bello monumento de Asia<\/em>\u201d, seg\u00fan el erudito orientalista Mircea Eliade.\nAcercarse a \u00e9l es para un cronista de viajes acercarse a un sue\u00f1o. Pero lo\nacompa\u00f1an miedo y temblor: \u00bfY si no es m\u00e1s que una bella c\u00e1scara, como nos ha\nparecido hace poco el Taj Mahal?      <\/p>\n\n\n\n

Otra duda tremenda tiene que ver con la\npresencia de Neruda aqu\u00ed en 1930. Quien parece tener suficiente certeza es el\nescritor indonesio Nurel\nJavissyarqi. Habla con entusiasmo y nos entrega pormenores sobre la visita del\npoeta chileno en una publicaci\u00f3n electr\u00f3nica que he le\u00eddo durante estos d\u00edas de\nviaje por Java. Incluso relata un encuentro entre el poeta chileno y el ya\nmaduro Rabindranath Tagore, que visit\u00f3 Borobudur. Su encuentro con Tagore, si\nlo hubo, no pudo ser acompa\u00f1ado de Maruca Haagenar, a quien Neruda ni siquiera\nconoc\u00eda ese a\u00f1o 1927. \u00bfHubo una segunda visita de Tagore, no est\u00e1 documentada?\nTampoco Neruda menciona a Borobudur en sus cr\u00f3nicas de Oriente, en sus\nmemorias, conferencias y obra po\u00e9tica. \n\u00bfPudo el autor de Alturas de Machu\nPicchu<\/em> ignorar tan cuidadosamente a este Machu Picchu del Oriente que dobla\nen edad a la ciudadela del Inca, aunque fueron construidos con prop\u00f3sitos muy\ndistintos? Es como para dudar. Salvo que el poeta haya querido borrar de su\nmente lo que rode\u00f3 un matrimonio desafortunado. O bien que el texto del autor\njavan\u00e9s no sea m\u00e1s que otra muestra de lo que suele ocurrir: a grandes\ndistancias, grandes mentiras.   <\/p>\n\n\n\n

Nos acercamos a al gran templo-pir\u00e1mide. Ya\nhemos hecho el camino que acostumbran las peregrinaciones budistas: visitar\nprimero el peque\u00f1o templo de Pawon y especialmente Mendut, ambos en el distrito\nde Borobudur. Mendut impresiona por su colosal higuera religiosa<\/em>, \u00e1rbol plantado en miles de templos, pues la\nleyenda dice que Buda antes de alcanzar el Nirvana medit\u00f3 bajo sus ramas. Hay\nen el templo varias de las estatuas budistas m\u00e1s bellas que se conocen, aunque\nopacadas un poco por la nube de vendedores hostigosos. Nuestro conductor nos\npromete. \u201cEn Borobudur podr\u00e1n pasar\nmuchas horas en paz<\/em>\u201d.  Sin embargo, a\nla entrada del gran templo otra nube de vendedores espera al visitante. <\/p>\n\n\n\n

Al Nirvana\ncon GPS<\/strong><\/p>\n\n\n\n

Termina el acoso comercial en su interior.\nBorobudur ocupa el centro de un enorme espacio vac\u00edo, sin negocios, sin veh\u00edculos.\nS\u00f3lo con prados y \u00e1rboles.  Hace pocas\nd\u00e9cadas eran 64 hect\u00e1reas de  campo de\ncultivo. Pastaban los animales, y peque\u00f1as casas de campesinos pobres llegaban\nhasta la misma orilla del templo. Fue patio de juegos de sus hijos y proveedor\nde materiales de construcci\u00f3n\u2026 Para protegerlo, eso tuvo que terminar, y ocup\u00f3\nsu lugar una zona de amortiguaci\u00f3n dispuesta por la UNESCO. <\/p>\n\n\n\n

Por esa tierra de nadie caminamos ansiosamente\nunos cientos de metros, hasta que bruscamente \nla imagen entera del templo piramidal se presenta a nuestros ojos. Surge\ncomo una aparici\u00f3n, que nos paraliza. Est\u00e1bamos advertidos: \u201cCuando se contempla por primera vez,\nel impacto emocional de la visi\u00f3n de Borobudur ser\u00e1 comparable al que producen\nlas pir\u00e1mides de Egipto. Pero el impacto es mucho m\u00e1s intenso. No se trata s\u00f3lo\nde una excelsa geometr\u00eda de l\u00edneas\npuras recort\u00e1ndose en el desierto cerca del Cairo. Borubudor parece\nalgo vivo. Con alma y mensaje. Algo de otra naturaleza, como si hubiese crecido\nde la propia tierra<\/em>\u201d. Es lo que nos dice nuestro\ncolega Francisco L\u00f3pez-Seivane<\/p>\n\n\n\n

Luce peque\u00f1a a lo lejos, aunque sus\nconstrucciones tienen la altura de un edificio de diez pisos y llenan un\nespacio mayor que el de nuestro Palacio de La Moneda (120 metros por lado). A\nmedida que nos acercamos crece y crece. Al observarlo de cerca ya no podemos\ncompararlo con nada que hayamos visto alguna vez. Agust\u00edn P\u00e1niker \u2013hijo y\nsobrino de fil\u00f3sofos, nieto de indios y catalanes, autor del libro Viaje al mundo de las religiones–<\/em>,\nexplica que Borobudur es una \u201cgu\u00eda de piedra para alcanzar la iluminaci\u00f3n<\/em>\u201d. Para darnos cuenta de eso, debemos dejar de\nanalizar todo con ojos occidentales. Existen otras\nformas de ver el mundo, de estar en el mundo y de entender el mundo. P\u00e1niker, y\nmuchos, lo miran como algo\nm\u00e1s que una obra de arte, o que un  magn\u00edfico lugar magn\u00edfico de culto.  Se trata de un monumental s\u00edmbolo del dharma,\nla doctrina de Buda. \u201cSi lo miran desde\nun globo, ver\u00e1n que Borobudur es un sobrecogedor mandala de piedra, en tres\ndimensiones<\/em>\u201d, explica un gu\u00eda franc\u00e9s a nuestras espaldas. <\/p>\n\n\n\n

Como se sabe, todo\nmandala se utiliza como herramienta para meditar, y se trata de un auxiliar muy\nimportante para los budistas en el camino al Nirvana, plano de ruta hacia la iluminaci\u00f3n.\nLos 2,5 kil\u00f3metros de corredores en espiral que\nconducen a la cima est\u00e1n rodeados de muros altos. Ellos no nos permiten ver las\nterrazas superiores mientras ascendemos. As\u00ed, el proceso espiritual, el ascenso\ndel nivel de conciencia, se produce en forma gradual, tras una meditaci\u00f3n\nininterrumpida. \u201cN<\/em>o\nexiste otra representaci\u00f3n del cosmos y del ascenso en pos de la\niluminaci\u00f3n  tan aleccionadora y refinada\ncomo Borobudur<\/em>\u201d, doce P\u00e1niker.<\/p>\n\n\n\n

Un sult\u00e1n en el camino<\/strong><\/p>\n\n\n\n

Nuestro acompa\u00f1ante\nde hoy, Nur Moriyur, javan\u00e9s de abuelos \u00e1rabes, criado a los pies del templo, nos\nanuncia que trecho a trecho nos ir\u00e1 explicando el significado de los grupos de\nlas im\u00e1genes talladas en piedra. \u201cHar\u00edan una l\u00ednea de 5 kil\u00f3metros si las\npusi\u00e9ramos una detr\u00e1s de otra\u201d. En cada terraza nos ir\u00e1 explicando el avance\nhacia la iluminaci\u00f3n.  <\/p>\n\n\n\n

–\u00bfY podemos creer en algo que aparece como tan\nlejos de la l\u00f3gica<\/em>?\u2014le pregunto, titubeando, porque vengo hace d\u00edas\npensando en lo que se nos dice. Que Mara, la madre de Buda so\u00f1\u00f3 que un elefante\nblanco le entraba al cuerpo por el costado izquierdo. Luego naci\u00f3 su hijo.\nNaci\u00f3 de pie y hablando con voz de le\u00f3n. Antes de ser Gautama, el habr\u00eda tenido\nunas 500 encarnaciones: p\u00e1jaro carpintero, conejo, ciervo, mono, elefante\u2026  Casi no hay forma en el universo animal que\nno haya sido la suya. \u201cCreo ver en el\nbudismo muchas incrustaciones de mitolog\u00edas y creencias de magia<\/em>\u201d, le digo\na Moriyur.  <\/p>\n\n\n\n

\u00c9l sabe que habla\ncon un occidental descre\u00eddo, y me mira con media sonrisa: <\/p>\n\n\n\n

Un franc\u00e9s dijo que en estas materias hay\ndos excesos. Uno es que no se use la raz\u00f3n, sino  s\u00f3lo la fe; y eso es lo que a usted parece\nque le incomoda. Pero el otro exceso es s\u00f3lo aceptar la raz\u00f3n. En Oriente\nsabemos que no podemos ver todo lo que existe. La raz\u00f3n explica mal la realidad\nespiritual del hombre.<\/em>  <\/p>\n\n\n\n

Con una sonrisa\nintento impedir el choque, y entonces  \u00e9l\nme propone avanzar por este  mandala de piedra. Hay que seguir el camino,\nrodear cada una de las nueve terrazas, como lo hicieron los budistas de hace doce\nsiglos,  y que una multitud lo repite\nesta ma\u00f1ana. Aparece un grupo de monjes encabezado por ancianos que llevan en\nsus manos humeantes varas de incienso. Veo que siguen el sentido de los\npunteros del reloj. Subir\u00e1n muy lentamente rodeando la pir\u00e1mide hasta  la cumbre, lugar que ven como una\nrepresentaci\u00f3n del Nirvana. Lo hacen con devoci\u00f3n insuperable. Tal vez se\npreparan para el 15 de mayo, d\u00eda en que se celebrar\u00e1 aqu\u00ed la gran ceremonia\nanual de los budistas. Es el d\u00eda en que se conmemora el nacimiento, la muerte y\nel momento en que Gautama pudo alcanzar la m\u00e1xima sabidur\u00eda y convertirse en\nBuda. Ese d\u00eda es el Vesak, el de la luna llena, solemnizado con danzas,\nofrendas y meditaci\u00f3n. Se suspenden las clases en todo Indonesia, aunque lo\nforman miles de islas donde Mahoma es la cumbre de todo. A\u00fan m\u00e1s, Yogyakarta,\nel territorio donde se encuentra Borobudur, tiene como m\u00e1xima autoridad a un\nsult\u00e1n desde antes de la colonia (\u00fanico caso en todo el pa\u00eds).  <\/p>\n\n\n\n

Para algunos, el\ncontenido religioso, el valor inici\u00e1tico, de Borobudur deja en segundo plano su\nm\u00e9rito art\u00edstico. \u201cEs mejor iluminar que\nsimplemente brillar<\/em>\u201d,  nos dice\nsatisfecho un muchacho javan\u00e9s que se ha acercado a escuchar a Moriyur y camina\nhaci\u00e9ndose el distra\u00eddo junto a nosotros. Claramente, los budistas sienten que\nla arquitectura y la escultura est\u00e1n aqu\u00ed en funci\u00f3n de la cosmolog\u00eda y la\nsimbolog\u00eda, antes que por su valor est\u00e9tico. Les parece secundario que sea \u201cel m\u00e1s bello monumento de Asia<\/em>\u201d, como lo\nha calificado Eliade. <\/p>\n\n\n\n

Borobudur obedece a\nla cosmolog\u00eda tradicional, y a medida que ascendamos –nos anuncia  Moriyur– \niremos  atravesando los distintos\nplanos del cosmos. Trecho a trecho veremos \ngrupos de im\u00e1genes talladas en piedra, y en cada terraza \u00e9l nos\ninformar\u00e1 sobre el significado de algunas, no todas, pues son miles, y muchas\nresultan indescifrables hoy d\u00eda.<\/p>\n\n\n\n

El invento m\u00e1s brillante<\/strong><\/p>\n\n\n\n

Tres son los grandes niveles de\nBorobudur. El primero tiene que ver con el mundo de los deseos, y muy en\nespecial con \u201cel\u201d deseo, la sexualidad. Representa el mundo m\u00e1s terrenal, el de\nlos apetitos. Se trata del Kamadhatu, recogido en la cosmolog\u00eda budista, y que\nsuele representar las debilidades del individuo. Incluye, al parecer, el\nerotismo en su expresi\u00f3n m\u00e1s expl\u00edcita, tal como lo hemos visto no hace mucho\nen el admirable recinto de Khajuraho, al sur del valle del Ganges, un recinto\nreligioso poco m\u00e1s joven que Borobudur.   \n<\/p>\n\n\n\n

Aqu\u00ed, eso s\u00ed, las\nim\u00e1genes m\u00e1s crudas del deseo no se encuentran a la vista. Hay 160 relieves\nocultos, especialmente muchos que describen los riesgos de la lujuria. Nos dice\nMoriyur que fue necesario taparlos \u2013sin da\u00f1arlos– con materiales s\u00f3lidos para\nfortalecer la base del monumento, por problemas cr\u00f3nicos de inestabilidad.\nOtros aseguran que se trata de una censura ejercida por Hamengkubueono X, el antiguo sult\u00e1n. Y ese pr\u00edncipe musulm\u00e1n pudo tener\nraz\u00f3n. Por poner explosivos en la cumbre de Borobudur, no hace mucho dejaron la\nc\u00e1rcel varios extremistas isl\u00e1micos y de derecha radical, encabezados por un\ncl\u00e9rigo ciego.  <\/p>\n\n\n\n

Mostrar al hombre\ncon sus apetitos suele no ser gratis en esta parte del mundo.<\/p>\n\n\n\n

El segundo nivel muestra\nlas vidas de Buda \u2013como tortuga, como conejo, como elefante, y luego como hombre–\ny grafica la posibilidad de ir ascendiendo a trav\u00e9s del ciclo de\nreencarnaciones. Tiene mayor contenido\ninici\u00e1tico. Se trata del Rupadhatu, el mundo de la forma. Ocupa las cinco\nplataformas siguientes, donde vemos exquisitos relieves\nescult\u00f3ricos con escenas de la vida diaria de hace m\u00e1s de mil a\u00f1os. Dominan las\nense\u00f1anzas de algunas reglas del budismo que imperaba en esta parte de Asia, el\nMahayana, y se subrayan los conceptos del karma y la compasi\u00f3n. El hombre\nempieza a subir pelda\u00f1os.  <\/p>\n\n\n\n

En este nivel se\nacaban los relieves escult\u00f3ricos. <\/p>\n\n\n\n

Gigantesco, robusto y vac\u00edo es el stupa que domina el \u00faltimo nivel,\nentre la s\u00e9ptima y  novena plataformas.\nLe rodea una intrigante ronda de grandes campanas de piedra perforadas. Son 72 hermosos\nstupas huecos, con casi invisibles im\u00e1genes de Buda en su interior. Este nivel\nrepresenta el mundo sin forma, el Arupadhatu de la cosmolog\u00eda budista. En el stupa gigante\nse alcanza la cima, el Nirvana. Pero hay algo que no resulta f\u00e1cil advertir. Mirada la construcci\u00f3n desde la base, los stupas peque\u00f1os de\nla cumbre no se ven ni se adivinan. De este modo se quiso representar el nivel\nmetaf\u00edsico, alejado de la forma. Se trata de \u201cel plano de la vaciedad, que simboliza la falta de esencia propia de\ntodas las cosas<\/em>\u201d. Aqu\u00ed el individuo ha soltado las cadenas\ncon lo terrenal y ha obtenido, por tanto, la liberaci\u00f3n, la iluminaci\u00f3n. \u201cEste es uno de los m\u00e1s\nbrillantes inventos del creador de Borobudur<\/em>\u201d, nos dice Jan Fontein, autor\nde importantes obras sobre arte indonesio. \n<\/p>\n\n\n\n

Ser y no ser <\/strong><\/strong><\/p>\n\n\n\n

Ninguna\ncerteza hay sobre la identidad de quien concibi\u00f3 \u201cel Borobudur eterno<\/em>\u201d. Se suele dar el nombre del arquitecto\nGunadharma, aunque no existen  documentos\nque permitan saber siquiera el a\u00f1o en que se empez\u00f3 a construir, ni menos\nidentificar  a quien lo imagin\u00f3.\nDocumentos hechos en hojas de materia vegetal\u2013que los hubo\u2014 desaparecieron. En\nla parte oculta de los paneles, dice Moriyur, \nse conservan instrucciones para los escultores escritas en piedra. Por\nsu caligraf\u00eda, la mayor\u00eda de los investigadores est\u00e1n seguros que fue obra de\nla dinast\u00eda javanesa Shailendra, cuyo arte brill\u00f3 como nunca en el siglo VIII.\nUno de sus modelos determinantes fue el de la India, pa\u00eds que por mil a\u00f1os,\nhasta el siglo XII, influy\u00f3 sobre todo el Sudeste Asi\u00e1tico.<\/p>\n\n\n\n

Borobudur no alcanz\u00f3 a vivir mucho. Ya en su primer siglo, los cambios\npol\u00edticos y religiosos, y tal vez las continuas erupciones de volcanes vecinos,\npertenecientes al Anillo de Fuego del Pac\u00edfico, hicieron que quedara vac\u00edo, y\nsemi perdido bajo las cenizas y la vegetaci\u00f3n. Por esos d\u00edas, en Rapa Nui\nreci\u00e9n se tallaban los primeros mo\u00e1is (tambi\u00e9n con piedra volc\u00e1nica). Y\ntuvieron que pasar unos mil a\u00f1os para que un ocasional gobernador brit\u00e1nico, un\njoven Raffles, se interesara en hacer excavaciones para recuperarlo. Chile\nviv\u00eda el desastre de Rancagua y la etapa de la Reconquista. Desde ese 1814\nhasta fines del siglo XX, Borobudur sufri\u00f3 sucesivas etapas de restauraci\u00f3n,\nfallidas o defectuosas. S\u00f3lo  gracias a\nla UNESCO, entre 1973 y 1984, gran parte del monumento fue desmontado,\nrestaurado, qu\u00edmicamente protegido y vuelto a armar. Piedra a piedra. Hoy es\nPatrimonio de la Humanidad como el que m\u00e1s.  \n<\/p>\n\n\n\n

En los miles de relieves escult\u00f3ricos que nos ha ido mostrando Moriyur\nhemos visto lo impensable: im\u00e1genes del dios hind\u00fa Ganesha, hombre con cabeza\nde elefante; algunas  casas parecidas a\nlas de Sumatra y Sulawesi; preciosas carretas tiradas por caballos (tra\u00eddos de\nla India), y m\u00fasicos con sus instrumentos de cuerda, tambores, flautas y\n\u00a1trompetas!; l\u00e1mparas aceiteras de bronce colgando sobre las camas y alg\u00fan\njavan\u00e9s escribiendo o leyendo; veleros con tripulantes y bellas ninfas de pecho\nlleno; plantaciones de pl\u00e1tanos y mangos; tambi\u00e9n nueces para preparar el\nbetel, que usan hasta hoy millones de asi\u00e1ticos como psico-estimulante. Vemos\npersonas con varas de madera cargando sobre sus hombros muchos productos;\ntambi\u00e9n hombres que cazan, hacen yoga, levantan puentes y conviven con una\nmultitud de animales. Son fotograf\u00edas p\u00e9treas de hace 1200 a\u00f1os.        <\/p>\n\n\n\n

Numerosos relieves escult\u00f3ricos volaron de aqu\u00ed. Algunos por culpa de\nlos saqueadores. Y otros  por\nresponsabilidad  de los gobernantes\ncoloniales holandeses. Uno de ellos regal\u00f3 ocho carretadas con 30 tallas en\npiedra, cinco estatuas de Buda y la \u00fanica imagen conocida de un guardi\u00e1n del\ntemplo. Beneficiario fue el rey de Siam, Rama V, visitante en Borobudur a fines\ndel siglo XIX. (Este gran rey tailand\u00e9s y la nodriza de sus hijos son los\nprotagonistas de Ana y el rey<\/em>, film conmovedor\nque postul\u00f3 a dos Oscar). Tan generoso obsequio lo consigna una publicaci\u00f3n\nreciente patrocinada por la UNESCO. Adem\u00e1s, muestra subastas p\u00fablicas en\nAmsterdam de piezas arqueol\u00f3gicas sacadas de aqu\u00ed a fines del siglo XIX. <\/p>\n\n\n\n

Sus cicatrices (la mayor\u00eda de los \ncientos de Budas que vemos est\u00e1n descabezados), no logran restarle\nmajestad y esplendor a Borobudur. Tampoco el musgo que cubre numerosas im\u00e1genes\npor culpa de la alt\u00edsima humedad, el calor y la lluvia. Los microorganismos\ndevoran lentamente estas piedras porosas. Como fue construido sobre una fr\u00e1gil\nmonta\u00f1a de ceniza volc\u00e1nica y de restos vegetales –no sobre roca–, tend\u00eda a\nhundirse, a quebrarse. UNESCO resolvi\u00f3 bien ese problema. Ahora muchos reclaman\nuna protecci\u00f3n moderna y completa contra las lluvias. Una cubierta\nnecesariamente enorme, dif\u00edcil de financiar y tal vez de tolerar, por razones\nest\u00e9ticas, como ocurre en China con el Ej\u00e9rcito de Terracota. <\/p>\n\n\n\n

Pero no falta el que reacciona con su inspiraci\u00f3n budista. \u201cSer\u00e1 in\u00fatil\nese esfuerzo. Todo lo que ahora es, se encuentra destinado a\u2026no ser\u201d. <\/p>\n\n\n\nVer texto publicado en revista en formato PDF<\/em><\/small>\n\n\nBorobudur<\/a>\n

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Un descomunal mandala en piedra, el m\u00e1s bello monumento de Asia,  seg\u00fan el […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":2668,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[48,94],"tags":[50],"class_list":["post-1554","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-asia","category-indonesia","tag-domingo-de-el-mercurio"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1554","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=1554"}],"version-history":[{"count":4,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1554\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":4063,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1554\/revisions\/4063"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/media\/2668"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=1554"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=1554"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.ganderats.cl\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=1554"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}